Capítulo 43: Ataquen como equipo

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Los diez días pasaron, el día del examen para la licencia provisional llegó. Con el sol alumbrando intensamente desde hace un par de horas, los alumnos de la clase 1-A se encontraban hablando de trivialidades. Después de haber entrenado sin descanso alguno durante esa semana y media llegaron a sentirse nerviosos de como responderían sus cuerpos a una situación crítica, propias del examen, después de tanto esfuerzo. Trataban de calmarse evadiendo el tema.

Pero dos parecían idos, y no necesariamente se trataba del dúo, ya Sakura se había sentado con Todoroki y conversaban ampliamente. Los dos que estaban en su mundo, ignorando completamente a los demás eran Bakugo y Yûki. Por más intentos de Kirishima por hablarle a Katsuki, este solo se dignaba a mirar por la ventana, apoyando su barbilla en su mano, recargado contra el borde.

Más ese no era el caso para la sayayin. Estaba aislada de la realidad con los auriculares puestos. Necesitaba pensar en cómo decírselos, la decisión había sido tomada y no había vuelta atrás, solo esperaba que no lo tomarán como un acto injusto de los mayores. Además, necesitaba encontrarlas, según las coordenadas que habían mandado llegarían prácticamente al mismo tiempo. ¿Cómo decirlo sin causar disgusto? Inclusive ella lo consideraba indigno, durante cuatro meses habían estado haciendo lo mismo que ella, (sin contar sus escapadas nocturnas), ellos se esforzaban más, con el fin de alcanzarla. Sabía que les faltaba mucho que hacer y experiencia por ganar, todo era resultado de los últimos seis años. Pero para el mundo, apenas iniciaba.

Llegaron minutos pasados de las nueve enfrente de la Arena Nacional Dagoba, el lugar donde se realizaría el examen para la licencia provisional. Al ver la gigantesca fortaleza que se alzaba ante ellos, no pudieron evitar que parte de sus nervios saliera a flor de piel. Bajaron del autobús, en espera de instrucciones como les era habitual. Yûki tomó lugar en la esquina occidental del grupo, algunos pasos adelante que el resto.

– ¡Qué nervios! –Jiro hizo un esfuerzo por tranquilizarse.

– ¿Qué tenemos que hacer? –Mineta se balanceaba en su lugar por la misma razón –. Me pregunto sí la conseguiré...

–Mineta, no es si puedes o no. Hazlo –ordenó Aizawa.

– ¡Sí, claro...! –balbuceó Minoru.

–Si pasan el examen y consiguen su licencia –el profesor se irguió a ver al grupo –, los huevos serán pollos. Serán semiprofesionales. Esfuércense.

Y que me lo recuerde –pensó apartando la vista.

– ¡Bien, seré un pollo! –exclamó Denki.

– ¡Hagamos lo de siempre! –animó Kirishima –. Una, dos... ¡Plus...!

– ¡Yû-chan!

Ay, no, pensó. Una voz demasiado familiar para Sakura y Yûki le interrumpió a Kirishima. Lo que solo se distinguió como una silueta cruzó gran velocidad por entre toda la clase A hasta llegar a donde el avatar, arrastrándola con todo el impulso y la cortina de polvo que había levantado. Pudo detenerlos gracias a un reflejo que le permitió crear una pared de freno con tierra control.

– ¿Qué acaba de pasar? –preguntó Hanta al viento.

–Kazan Yui, si sigues haciendo eso terminaras matándome por tus tacleadas –se le escuchó regañar a Yûki.

– ¿Alguno de ustedes sabe lo que está pasando? –susurró Kaminari.

– ¡¿Por qué llegaste de esa forma y tacleaste a nuestra compañera?! –gritó Tenya.

–No tengo ni la más remota idea –contestó Ojiro al chico rayo –, pero tal vez Sakura-san sepa.

Otra sorpresa, cuando voltearon a ver a donde Todoroki y Uchiha se encontraban hace un momento, solo estaba el heterocromatico viendo al cielo.

La Leyenda de Yûki San [#PlusUltra19]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora