Capítulo 72: El Trabajo de un Héroe

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La noche era fría. Las saladas brisas golpeaban la tela de su traje, quitando los restos de escombro y polvo que habían quedado sobre este con la explosión del carguero militar. El rascacielos cubierto de cristales seguía de pie a poco más de ocho mil kilómetros. No hubo víctimas, tampoco daño a las estructuras de alrededor, ni siquiera los restos del avión que había explotado a más de dieciocho mil metros sobre el nivel del mar habían causado gran estropicio. Estaba cansada, volaba con calma sobre las calmadas aguas del gran océano. Ninguna tormenta, solo pequeñas áreas con niebla que se dispersaba a su pasar, sumergida en el compás de la melodía de las olas. Ensimismada en sus propios pensamientos siguiendo inconscientemente su ruta a casa. Los parpados le empezaban a pesar.

Pocas habían sido las veces que Yûki había alcanzado esa velocidad, y mucho menos la había utilizado por un periodo prolongado. Usualmente eran momentos menores al segundo, arranques repentinos de adrenalina o de cólera. Tuvo que elevar su ki un mínimo antes de la fase tres. Jamás había utilizado esa en público, y estaba contenta de no haberlo hecho, suficiente tenía con todas las dudas hacia ella, aunque fueran por mera curiosidad de la población. Si algo llegaba a determinar algo sobre su origen, pondría en riesgo a alguien que no lo merecía; tal vez la odiaba, pero era un sentimiento unilateral, no tenía porque arruinarle a vida, no como se lo hicieron a ella.

Deslizó su mano izquierda sobre la cristalina agua, haciendo que las gotas golpearan contra su rostro en un intento por despabilarse. Estaba cansada, pero eso no quitaba que aun hubiera cosas por hacer. Cosas que no quería dejar para un nuevo amanecer, no con todas las preguntas que rondaban su cabeza. El augma desplegó un pequeño holograma con la grabación de los sensores de horas atrás, a través de señales neuronales, manipuló la grabación hasta el punto exacto donde empezó el desesperado vuelo hacia la gran manzana. Una mueca de lado esbozó sus labios al confirmar lo que había visto de reojo en ese tiempo. El augma había detectado la señal de cercanía proveniente del reloj que le había dado al chico hace un par de meses, y este al ser activado por un reconocimiento genético, no dejaba lugar a duda sobre su presencia en el lugar del incidente.

Chasqueó levemente la lengua. Cualquier presencia de él en público significaba algo malo, sin contar el ataque del Nomu simultaneo. Otro panel se desplegó frente a sus ojos, las noticias sobre el incidente. Pasaron algunas imágenes aéreas y escasos videos que los temerarios civiles tomaron antes de empezar a evacuar. El edificio a nada de derrumbare, la lluvia de las rojas alas de Hawks sacando a decenas de civiles de los pisos superiores y los ataques de fuego por parte de Endeavor eran la escenografía para la información que los reporteros daban, más detallada que la que se dio en el momento. Después, lo que llamó para mal la atención de la castaña. Un círculo de fuego azul rodeando al moribundo héroe y al de las alas, desapareciendo instantes después con la llegada de Miruko. Su ceño se frunció necesitaba respuestas lo antes posible, para el bien del azabache más para que para el suyo.

Los dos paneles holográficos fueron remplazados por uno solo, reflejando la posición satelital de los sujetos conectados a la base de datos del cuartel. Centró la búsqueda en el código de identificación del joven villano. Instantáneamente, el augma fue detallando el holograma cada vez más, hasta solo mostrar una parte de un muelle a las afueras de Kamino. Estaba desolada, el satélite no encontraba pulso humano alguno a más de un kilómetro a la redonda de su posición, después la vida nocturna de la ciudad proliferaba. Suspiró aliviada, era reconfortante encontrar un punto oportuno entre tantos desastres y dudas.

Acercó su brazo izquierdo frente a su mirada, girándolo para dejarle manipular directamente sobre la pantalla sobre su antebrazo. Presionó algunas teclas que se dibujaron por debajo del grafeno de la pantalla, cambiando la configuración de camuflaje del traje. Instantes después de introducir el nuevo cambio, la nano tecnología del traje actuó: la malla reforzada del traje coloreado con brillantes colores azul, rojo, y partes en un dorado tenue, cambio por completo, haciendo a ilusión a un simple pantalón de mezclilla y una simple camisa a cuadros de franela. Solo era por precaución, no sabía cuánto tiempo le iba a tomar eso, y lo menos que quería era llamar la atención. Mandó una señal hacia al augma, desapareciendo de los radares del mundo antes de posar dos dedos de su mano derecha sobre su frente, vislumbrando la posición del chico sobre el oscuro telón de sus parpados basándose en el sentir de su ki, teletransportándose hacia un punto cercano a él.

La Leyenda de Yûki San [#PlusUltra19]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora