Capítulo 26: La gran final y sus nuevos lazos

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¿Qué había pasado?... ¿Cómo era posible que alguien con su propia sangre, haya perdido de un manera tan vergonzosa?... ¡Que humillación ni que nada! Lo que sentía en esos momentos era rabia. Mientras veía como la chica recibía los aplausos y las ovaciones del público mientras llevaba el cuerpo inconsciente del albirrojizo por uno de los corredores. Y sinceramente, las palabras de humillación y vergüenza", se quedan cortas al describir lo que en su cuerpo y mente invadían.

¡Qué gran alegría fue la que sintió en esos momentos! En esos segundos cuando Midnight grito el resultado. ¡Por fin iba a poder pelear con alguien a quien consideraba a su "altura"! Sus emociones se dispararon por su pecho y ojos, sabiendo reprimirlas para solo dejar mostrar una sonrisa sádica y llena de ambición en sus labios; pero de todas formas, intimidaba increíblemente a sus compañeros de clase.

¡¿Qué acaso tienes bipolaridad Bakugo?! Segundos atrás la mueca que abarcaba tu rostro, reflejaba el verdadero coraje, valentía e incluso egocentrismo de un guerrero de clase alta. El ceño fruncido, con la ira reflejada en los orbes escarlata, y con los puños cerrados al grado de dejar pequeñas marcas en las explosivas palmas de estas, solo era señal de advertencia para Kirishima y Kaminari para dejar paso libre o alegarse discretamente por lo menos un metro del rubio ceniza. Con un chasquido de lengua abandono las gradas hacia lo que se suponía era: la sala número uno.

Otro golpe del bastón con forma de jeringa resonó por la habitación al asestar sobre la cabellera despeinada de la pobre chica, quien solo quería ayudar a sus compañeros al "superarse a sí mismos". Como usualmente decia, repetía y hasta canturreaba en las frías noches encerrada en la librería de su mente, el recuerdo y la determinación que solo el significado de su nombre que le permitía llegar y sobrepasar abruptamente sus límites: El coraje*... no es la ausencia del miedo, sino el triunfo sobre él. (Nelson Mandela)

Eso era lo que para ella significaba ser un héroe, correr a la llamada de auxilio aun cuando tus piernas se tambalean a cada paso, vencer al miedo que te tiene acorralado para ir al rescate, sacrificarlo todo por alguien más, interponer las necesidades de eso ser sobre las tuyas. El dejarle triunfar a la penumbra y la neblina del terror en la mente de un ser de "luz", sería lo mismo que mandar señal de retirada. Dejar que la oscuridad avance, no solo por la nada, sino que consuma poco a poco a la llama de bondad y heroísmo en uno propio.

Conocía a alguien, ¡no!, los veinte alumnos más también lo sabían. Sabían que él no era consciente del verdadero significado, de lo que verdad importaba. ¡¿Acaso creció con los héroes inhumanos del siglo XX?! ¡¿O no sabía lo que el primer lugar significaba?! Al lanzar promesas vacías, con ambición, con el entusiasmo con un propósito, pero sin el valor de concretarlas cueste lo que cueste, ya sea en la vida o en la reencarnación, no solo es un factor que deja en la superficie al avaricia, también te abandona con las malas miradas sobre tu cuerpo.

¿Qué se le podía hacer? Creció así, y los viajes en el tiempo son un delito que no merecía la pena hacer para cambiar lo que se forja, el carácter. Un carácter firme y uno explosivo, se enfrentarían en unos cuantos minutos, los suficientes como para que el levemente lesionado dorso de la mano de la ojimarrón fuera vendado con cuidada, era el intercambio por la salvación del otro.

Un paso calmado adornaba su andar, con las manos entrelazadas detrás de su nuca, con la vista con pensamiento en blanco apuntando hacia el impecable techo. Para que preocuparse por algo que ya estaba escrito y remarcado en los pergaminos del destino. El último combate de las semifinales se dio por terminado cuando estaba por entrar a la segunda sala para los grados del primer año. Volteo con una leve risa entre labios a esperar.

Fuertes pisadas se escuchaban por el pasillo, cada vez más y más cerca, hasta acabar con un portazo.

-¡¿Qué demonios haces aquí, perra elemental?!-grito histérico.

La Leyenda de Yûki San [#PlusUltra19]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora