La Leyenda de Yûki San [#PlusUltra19]

Capítulo 7: ¿Por qué cuando intento escapar, vuelven?

Me sentía cansada todavía por el entrenamiento de la semana pasada. Pero eso no quitaba que tenía que salir de mi cama cálida y empezar a entrenar para que el dolor de mis rodillas desapareciera más rápido.

Mi cabeza estaba echa un nudo de problemas, no era suficientemente doloroso saber que tu única familia biológica que alguna vez apreciaste o creíste que lo era te mintió toda tu vida haciendo que vivieras sumida en mentiras y en preguntas a las que no hallabas respuesta alguna o por lo menos no una lógica, sino que también estas a las sombras de saber quién o qué eres.

Me pare sin ganas y me vestí con mi dogi. Baje hasta la zona de entrenamiento y modifique la gravedad a ×300, no me quería exceder, solo era para despejar mi mente. Empecé a entrenar con los hologramas y los láseres, pero no había pasado ni 2 horas cuando Sakura vino a interrumpirlo.

-Oi, Yûki-dijo traspasando la barrera, haciendo que los hologramas desaparecieran y los láseres dejaran de atacar.

-¿Qué pasó Sakura?-respondí sentándome en el piso tratando de recuperar el aliento.

-¿Qué acaso no vas a venir a tocar? Ya casi es hora-pregunto llevándose las manos a la cadera.

-Ahhhh, es cierto-mire mi reloj-Me das 10 minutos.

-Bien, pero apresúrate-dijo mientras se daba la vuelta y se alejaba por el pasillo principal.

Me lleve las manos a la nuca y me acosté totalmente en el suelo, viendo hacia el techo mientras trataba de devolver mi ritmo cardíaco a la normalidad. Me dirigí a las duchas y me metí en ellas, me quedé pensando bajo aquel rocío tibio: ¿cómo es posible que la música me libere? Desde que era pequeña, las melodías eran mi escape del mundo. Inclusive cuando estabamos estudiando no recuerdo algún momento en el que la música no estuviese presente... En eso una gota de agua impacto en mi ojo sacándome de mis pensamientos y haciendo que me apresurara a bañarme.

Me vestí con algo cómodo y me dirigí al salón de música. Ahí:

-Yûki-chan, ¿por qué tardaste tanto?- pregunto Yui con su peculiar sonrisa dibujada en sus labios.

-Solo estaba pensando-respondí con neutralidad- Y por favor, te he dicho un millón trescientas veces que solo me llames Yûki y quites el "chan"-dije mientras agarraba mi guitarra y la empezaba a afinar.

Todas me copiaron la acción, agarraron sus instrumentos: Midori se sentó enfrente de su batería.

Sakura enfrente de su teclado, empezó a tocar algunas notas.

Yui afino su bajo.

Y por mi parte hice lo mismo con mi guitarra.

Y empezamos a tocar. Las chicas debes en cuando paraban de tocar para decir alguna tontera, de la que todas al final nos terminaríamos riendo. Ya después de un tiempo paramos por completo y nos dirigimos a la sala para comer.

-Oigan-llame la atención de las chicas-¿Cuándo piensan recoger el desastre de la biblioteca?

-¿De qué hablas Yûki?-pregunto Midori con una expresión de confusión pero yo sabía la verdad.

-No se hagan las que no saben mi cuarto esta justo al lado.

-Debió de ser Ed-repuso Midori volviendo su vista al frente.

-Si capaz-en eso una llamada entro a mi celular, vi la pantalla de este y-Ahora vuelvo chicas-dije antes de salir de cuartel y caminar hacia el borde del acantilado mientras contestaba.

En la llamada

-Hola, ¿Qué quieres?-dije con neutralidad y enojo.

-Hola, Yûki, cuanto tiempo, ¿desde cuándo no hablábamos?-di un suspiro grande tratando de alegar el enojo que me invadía.

-1 año.

-¡Vaya! tanto tiempo, y ¿Por qué?

-No te hagas el que no sabe-creo que acabe con su paciencia.

-Mira jovencita a mí no me habla- lo interrumpí gritando.

-TU YA NO TIENES PALABRA EN MI VIDA-sin darme cuenta me transforme en súper sayayin y colgué sin darle tiempo a decir otra palabra.

Me senté a la orilla de acantilado estaba muy frustrada, cerré mis puños con tanta fuerza que de mis manos empezaron a fluir pequeños hilos de sangre, me tranquilicé de poco en poco. No los soporto después de lo que me hicieron pasar, después de todo el tiempo que paso, después de hacerme vivir una mentira, llaman y fingen no saberlo. Los odio Videl, Gohan, no saben cómo los aborrezco.