Capítulo 45: Rencores del pasado presentes

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La familia de la clase 1-A de la Yuei había sobrevivido a la primera prueba del examen de la licencia provisional sin ninguna baja. Todos habían pasado. Aunque Aizawa no se libró de las preocupaciones innecesarias causadas por sus estudiantes, estaba feliz, aunque no lo demostrará. Por el momento, los jóvenes tenían un tiempo de descanso.

 – ¡Todos los de U.A aprobamos la primera prueba! –festejó Uraraka.

– ¡Esto es genial! –exclamó Hanta.

–Qué alivio... –suspiró Izuku.

–Sí –asintió Shoji.

– ¡¿Eh?! –gritó Inasa –. ¡¿Shishikura-senpai falló?!

–Gritas mucho, modera tu tono de voz –le pidió Nagamasa Mora –. Fue porque se adelantó y peleó solo. ¡Ustedes también! –volteó hacia otros –. Ignorando a Yoarashi. ¡Deberías de saberlo, Kemy!

–Sí –la chica jugó con su gorra.

Los cien que aprobaron la primera prueba vean esto –se escuchó la voz de Mera por los parlantes.

Todos los aspirantes a héroe dentro de la sala de espera dirigieron su vista a una enorme pantalla incrustada en una de las paredes, por donde se veía todo largo y ancho de la Arena. Explosiones al estilo del terrorismo organizado tuvieron lugar en cada uno de los escenarios. Los estallidos naranjas derrumbaron edificios, formaciones de roca, tubos de la fábrica, trozos enteros de la autopista.

La próxima prueba será la última –se le volvió a oír a Mera –. Todos harán ejercicios de rescate como transeúntes en una zona de desastre.

– ¿Transeúntes? –preguntaron al unísono Denki y Mineta.

–Transeúntes: gente que estaba ahí por casualidad –señalo Hagakure –. Lo aprendimos en clase.

–Puede referirse a ciudadanos ordinarios –se cruzó de brazos Yao-momo.

Asumiéramos que los que pasaron la prueba ya tienen sus licencia provisional y probaremos lo bien que pueden hacer los rescates –explicó Mera.

–Rescate... –murmuró Midoriya.

–Hay gente –dijo Shoji.

– ¡¿Qué?! –Exclamó Sato – ¿Ancianos y niños?

– ¡Eso es peligroso! ¿Qué hacen ahí? –habló Minoru.

Son personas entrenadas para ser víctimas profesionales–dijo Mera.

– ¿Victimas profesionales? –inquirió Sero.

–Hay trabajos de todo tipo, ¿eh? –señaló Tsuyu.

–Se están adaptando a un mundo repleto de héroes –explicó Ojiro.

La gente de H.U.C. sé vistió como víctimas heridas y esperaran en la zona de desastre –siguió la explicación –. Ahora saldrán a hacer su rescate. Además, anotaremos sus rescates por puntos. Y si tienen más de los necesarios al final de los ejercicios, aprobarán. Empezaremos en diez minutos así que usen el baño y demás ahora.

Diez minutos, la gloria para unos cansados, y un simple momento de espera para otros. La clase ocupó lugar en una lateral del cuarto cerca de la mesa donde los aperitivos estaban. Unos se sentaron a esperar.

–Oigan –Hanta se acercó a Denki y Mineta –, pasó algo genial. Escuchen...

– ¿Calificación? –Minoru interrumpió.

– ¡Dieciocho! –exclamó en un susurro el pelinegro.

–Te escucho –el menor se volteó.

Sero se agachó a susurrarles algo. Específicamente, lo que había sucedido con Kemy y Midoriya poco antes de que él y Uraraka llegaran a su rescate. Por un lado, estaban exaltados de que el "inocente" Deku fuera capaz de ver "desnuda" a una chica, (peor aun cuando se trataba de alguien ajeno a la escuela), y segunda, envidiaban la situación con la que se encontró.

La Leyenda de Yûki San [#PlusUltra19]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora