Capítulo 41

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CUATRO DÍAS DESPUÉS

[Narra Jungkook]
Golpe, tras golpe me fueron reduciendo. Empezamos bien aquella pelea, iba esquivando los golpes hábilmente; hasta que los cabrones decidieron atacarme a la vez. Estaba en el suelo de un parque, de noche, haciendo de su saco de boxeo personal.

-  Cobardes...- Escupí cuando me golpearon en el estómago nuevamente.

-  ¿Cómo dices, marica?- Me agarró del pelo.

Estos chavales se lo pasan bien conmigo de esta manera porque han oído algún rumor, o me han visto más apegado a Tae de lo que suelo estarlo, o porque no me he acostado con ninguna chica que me lo ha pedido y estas han ido hablando o porque me vieron besarlo en la parada del bus; pero no lo culpo a él o a ellas, es culpa mía, debería ir con más cuidado.

Me golpearon la boca por responderles, me sangraba el labio. Miré a los ojos a mi agresor, me lamí la sangre y sonreí sin apartar mi mirada.

-  Serás hijo de perra

Me soltó y caí al suelo, golpeandome una vez más la cabeza. Golpe, tras golpe, tras golpe. Creía que no se iban a cansar nunca y que acabaría desmayándome de dolor.

"Aguanta"

-  Imbécil- Susurré.

-  ¿Cómo dices?- Dijo uno de ellos después de propinarme una patada en el bajo de mi espalda.

No respondí.

-  Habla, maricon

-  Te voy a dar yo a ti...- Me levanté tambaleante, produciendo risas entre mis agresores.

Estaba mareado. Di un par de golpes que esquivaron fácilmente, seguidamente me tiraron al suelo de nuevo.

Todo me daba vueltas y solo podía oír sus risas a mi alrededor; de repente, todo empezó a ir más lento, las luces danzantes de las farolas se movían de un lado a otro y de la nada una patada en mi costilla hizo que todo se volviera negro de golpe. Un dolor punzante me inundó la zona golpeada y notaba que me faltaba el aire, como si me fuera a ahogar. Me puse a cuatro patas para no aplastarme el torso y empecé a dar bocanadas de aire y a toser nervioso. La zona de las costillas que había sido golpeada empezó a quemar por dentro y a latirme de una manera exagerada. Joder, como duelen las jodidas. 

"Fracturadas"

Me patearon un brazo haciendo que perdiera el equilibrio, caí por ello.

"Aguanta"

Un golpe.

"Solo..."

Un golpe más.

"Aguanta"

Otro más.

"A la mierda"

Fue entonces cuando me rendí, cuando me entregue a aquella fría oscuridad que me tendía la mano y caí inconsciente, incapaz de soportar el dolor.

[Narra TaeHyung]
Me desperté al golpearme la cabeza contra la ventana del autobús, había sido un día muy largo y en vez de tirarme en el sofá a descansar de las clases, decidí ir a la academia de baile. A merecido la pena, esos espejos lo merecían.
Me restregué la cara con una mano para desperezarme y al darme cuenta de hacia dónde íbamos casi me da un ataque, pero más miedo me dió al ver todas las llamadas perdidas de mi madre. Escribí a mi Omma informandole de lo sucedido y que iba a hacer el transbordo y listo.

Me daba algo de pavor andar por este barrio solo, de noche. Esta zona de la ciudad es conocida como el barrio de los vicios, es decir, droga y sexo entre otras cosas; por no mencionar que la gente que frecuenta esta zona va emporrado o con navaja en mano, o ambas. ¿He mencionado ya que no me sabia mover por ahí?

"Apañados vamos, Tae"

Acto seguido me encontraba con el contacto de Jungkook en la pantalla de mi teléfono, era la primera persona que se me había ocurrido que me podría ayudar, por instinto recurro a él. Lo llamé para pedirle ayuda o para calmarme con su voz, pero no respondió.

"Échale huevos, Tae", dijo una voz en mi cabeza. 

"Bueno pero no hagas contacto visual con nadie y camina rápido", respondió la otra.

Caminé por aquí y por allí, siguiendo las indicaciones del navegador; pasaba de perderme. Estaba a cinco minutos de la estación y decidí acortar camino cruzando un parque vacío, o eso parecía al principio.
Me quedé helado mirando la escena del parque, estaba bloqueado de los nervios. Cuatro chicos que lucían como armarios estaban golpeando a otro tendido en el suelo, vi como le golpeaban en las costillas y cómo empezaba a respirar con dificultad después de soltar un alarido ahogado.

"Mierda, haz algo"

Los chicos no tuvieron compasión y siguieron golpeando entre risas al pobre chico que se quedó inmóvil.

Improvise algo en el momento poniendo una alarma que sonaba como un coche patrulla, solo podía acabar de dos maneras, o salían corriendo o empezarían a golpearme a mi.

"Que sea la primera, la primera, por favor"

Traté de controlar mi nerviosismo y regulé el volumen de menor a mayor para que pareciera que se iban acercando. Todos los chicos se detuvieron y salieron por patas.

"Gracias, mil gracia por haber funcionado"

Una vez se fueron, me aproximé tembloroso al chico. Ya estaba acelerado por la situación en si, pero juro que el miedo y el agobio que sentí al ver quien era el que estaba tendido ahí sobrepasaba mis límites, haciéndome creer que todo el miedo que he llegado a sentir durante estos años no eran más que bobadas.

-  ¿Jungkook-ah?- Lo llamé asustado. Sujeté su cuello con cuidado, el cuello de Jungkook estaba helado en comparación con mi mano, además de que estaba cubierto de arena y sangre- ¡Jungkook!   

Noté su pulso y vi como respiraba a duras penas, y lo único que quería hacer en ese momento era llorar pero no lo hice porque él me necesitaba y tenía que mantenerme en mis cabales. Agarré mi celular para llamar a alguien, a emergencias, a Jin, ¡yo que sé!, a alguien que me ayudara.

-  No llame a una ambulancia...- Susurró.

-  Tranquilo, Jungkook. Estoy aquí contigo- Le sujete una mano con la que intentó arrebatarme el teléfono, creo que no sabía que era yo.

-  No... llame... no...- Cerró los ojos.

-  Aguanta, por favor, aguanta

Llámame Hyung       {KookV/Vkook}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora