Llámame Hyung {KookV/Vkook}

Capítulo 44

Está claro que la cocina no es el punto fuerte de TaeHyung, pero se veía muy tierno intentándolo. Nos habíamos puesto los delantales de sus padres, es decir, que iban a conjunto y aunque no somos pareja (¿creo?) y aunque no soy de esos de ir conjuntados con sus novio o novia, me pareció bonito. Tuve que estar pendiente de mil cosas a la vez: de que no la liara, de que no se autolesionara involuntariamente, de acabar el pastel o de intentar que hubiera algún tipo de resultado óptimo en lo que tratábamos de hacer, de intentar no comermelo ahí mismo, de entre otras cosas; aunque me lo tomé demasiado en serio en un principio, no tarde en relajarme y sumarme a sus tonterías, insinuaciones y caricias.

Nada más pisar la cocina, ya estaba todo perdido de harina, nosotros incluidos, no se como lo hicimos para dejarlo todo así pero en ningún momento perdimos la sonrisa.

- Hyung...- Se quejó sentado en la encimera.- ¿Le queda mucho?

- Solo unos minutos más- Respondí mientras terminaba de limpiar el estropicio de la masacre de la bolsa de harina.

Mi Dongsaeng siguió removiendo el chocolate fundido del bol con su potente brazo, acto seguido, hundió su dedo dentro del bol y se lamió este, despertando algo en mi.

- ¡Eh!- Protesté y él se sobresaltó con cara de niño inocente.- ¿No vas a alimentar a tu Hyung?

- Mmm...-Se lo pensó juguetón.

- ¿Como que "Mmm"?- Dije acusativo y chistoso. Me acerqué a hacerle cosquillas y él acabó por mancharse más a causa de sus movimientos.

- No hay para ti- Me informó.

Decidí apostar por mis encantos para conseguir un poco de chocolate, así que me posicioné entre sus piernas y le sujeté un muslo con mi mano, acariciándolo. Clavé mi mirada en él, que se asemejaba mucho a la de un cachorro abandonado.

- No te funcionará esta vez, Hyung. Soy casi adulto, puedo controlarme.- Concluyó con más chocolate sobre su piel que en la cuchara, después de eso, lamió la cuchara.

En el proceso, se le quedó un poco de esa deliciosa substancia en el labio. Siguiendo mi idea anterior y con el fin de demostrar que se equivocaba, de que no podría resistirse mucho más a mi; pasé mi pulgar por su labio, limpiando este, para luego lamer mi dedo sin apartar la vista de él, deseoso. Con eso, pude ver como las pupilas de Tae se dilataban y como el color se les subía a las mejillas; acababa de caer.

Se mordió el labio, sensual, acelerándome, acto seguido me agarró del cuello de la sudadera y me empujó hacia él.

"Sabe a chocolate"

- Que dulce eres- Susurré acariciando su boca con la mía.

- ¿En qué momento perdí la cabeza por ti?

Lo besé, lo besé mucho y por todas partes; ¿quién iba a contenerse?. Lo tenía para mi, única y exclusivamente para mi. Cuando lo miraba toda la mierda de mi vida desaparecía, él era suficiente, él era todo lo que necesitaba; me sentía super bien al compartir pequeños momentos con él.

- Madre mía... ¿Que he estado haciendo todo este tiempo?- Respondí demasiado metido en mis sentimientos mientras lamia el chocolate usándolo a él como plato.

Lo acerqué a mi agarrandolo por los muslos hasta que estuvo al borde de la encimera, fue entonces cuando se enrolló a mi cintura con sus piernas. Detuvo el beso, dejándome una sensación de vacío que se terminó nada más mirarlo a los ojos y notar sus cálidos brazos envolviendome en un tierno abrazo, demostrandome que hay varias maneras de demostrar afecto y él parecía dominarlas todas a la perfección.