"No me importas"

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Capítulo 10

*________*

Miércoles

Esperaba mi turno para poner encestar ese balón en la canasta, hoy era día de educación física o entrenamiento como quieran llamarle para mí los dos significaban lo mismo en ambos tenías que moverte para sudar. Así era de tarda que ya me empezaba a aburrir es decir no lose quería ver de nuevo al chico Villalpando. Por 30 minutos más la clase por fin había culminado, sin querer en los vestidores escuche a dos chicas hablar sobre Jos.

Me apegue al casillero para que estas no me mirasen, — ¿y qué fue lo que dijo después?, —las dos chicas eran de cabellos oscuro así que no sabía quién era quien no las conocía muy bien.

—Me dijo que nos veríamos después de las clases ya sabes para platicar un poco, —la Ío responder.

—pero, ¿Qué no es novio de ______ la hermana de Bryan...? —contesto su amiga

—pues la verdad no lo sé y para ser honesta me da igual, además sabes que me ha gustado desde primero, no puedo dejar pasar esta oportunidad.

—bueno..., —las escuche caminar hacia donde me encontraba así que solo disimule que cerraba mi casillero.

Me miran, —chicas..., —les sonreí, —buen día.

A lo que ellas solo se dedicaron a sentir y sonreír sin decir ninguna palabra alguna.

—Con permiso, —dije para poder pasar en medio de ellas y dirigirme a la cafetería pus me moría de hambre y no me quitaba el sueño saber que Jos se acostaba con otra sabía muy bien que esas cosas iban a pasar qué más da no lloraría por ello.

Recién llegando en la tienda me encontré con Julia y Alonso por suerte su amiga Valeria no se encontraba ya que no me agradaba esa chica.

—Julia, ¿puedes por favor comprarme unos panques?, —mire al pecoso, —oh, Hola Villalpando., —me sonrió.

—Hola ______, puedo comprarte lo yo, bueno si tú quieres. —se ofreció

—No hay problema... —Julia nos miró, —se lo comprare Alonso.

—no te preocupes Julia, Alonso puede hacerlo por mí, ¿no es así?,—lo mire

—claro, —tomó el dinero.

—gracias, un panque y un refresco de naranja.

Pasado tres minutos me los había entregado ya, era tan lindo el idiota de Jos jamás había hecho algo así por mí siempre terminada diciendo que estaba cansado, lo cual era un reverenda mentira.

—gracias pecoso.

—de nada, nos vemos en dos horas.

—oh si, de cuerdo, —dicho se retiró con Julia hacia sus asientos de siempre y yo al mío.

Llegando me percate que Jos había llegado mucho antes que yo con los chicos. Tomé asiento junto a Bryan ya que Camila estaba a lado de Freddy, no iba a sentarme junto a ese idiota y Alan aún no se había presentado.

— ¿Qué fue eso?, —me pregunto, lo mire, sus cejas están fruncidas.

— ¿eso qué?, —deje de mirarlo para abrir mi panque y llevarme un pedazo a la boca.

— ¿acaso estabas coqueteando con ese imbécil? , —tensó la mandíbula.

—Por favor Jos, trata de tranquilizarte lo hago para ganarle a Fredy, —de nuevo me encontré con su mirada penetrante.

— ¿estás haciendo me pagar por lo que paso el lunes, no es así?, —había una enorme tensión en la mesa, ninguno se atrevía a decir nada.

Suspire esto comenzaba a cansarme, —mira Jos, —lo mire, no quería discutir más, —no sé qué estupideces estás haciendo tras mis espaldas, —se puso incomodo ante mis palabras, —si quieres terminarme hazlo, —me encogí de hombros, —no me interesa pero si quieres seguir conmigo deja de ser un maldito posesivo, yo puedo tener a mis propios amigos por separado como tú también puedes tener a tus amigas, yo no voy a atarte a nada, ahora déjame comer en paz.

Nadie dijo nada, me retire de aquella mesa, el a petito se me había a cavado gracias a Jos. Las clases pasaron con normalidad ya me valía madres Jos canela, ni siquiera le veía lo que las personas se hacían creer sobre él, era un idiota posesivo y sobre todo bipolar.

Entre a la biblioteca un poco tarde más de 10 minutos de tardanza pero es que no lo hacía apropósito, el maestro de ciencias sociales había dejado hacer dos cuartillas completas acerca de la vida de los grandes expositores de esta materia, en fin.

Me acercó a él y note que estaba dormido, tome una de las sillas y la arrastré hasta su lado con mucho silencio para no asustarlo para luego sentarme en ella y observarlo.

Tenía la cabeza puesta sobre los brazos y estas sobre la mesa sin esconderé su rostro. Su respiración era sumamente tranquila, su espalada subía y bajada cada vez que este inhalaba y exhalaba. Era realmente tierno verlo de esa manera esa tez blanca lo hacía lucir bien con esa playera roja que traía puesta, esas pecas que se contrastaban en la altura y sobre su tabique, mirar esos lindo labios finos de color rosado. Deseo probarlos de nuevo.

¡Alto!, ¿Qué estás diciendo?

Por esta ocasión nada más, verlos era verdaderamente tentador. Me acerque lentamente hacia el mirando cada vez más cada facción de su rostro; cerré los ojos lentamente al unir sus labios con los míos, estos eran más suaves de lo que me había imaginado sentirlo junto se sentía también. Sin más sentí como el atrapaba mis labios inferiores delicadamente dando un mejor sabor a esta acción, nuestros labios danzaba a un manera increíble, este era un beso diferente a todos los demás no se comparaban a ninguno de ellos, era extraño después de tanto tiempo sentí como el estómago comenzaba a moverse de una mera errónea, ¿Qué sucedía en mí?, ¿acaso esto eran las mariposas que decía Camila cada vez que Freddy la miraba o la tocaba de las manos?, me separe de el por falta de aire. Abrí los ojos lentamente hasta ver esos hermosos ojos verde-azulados mirándome con una especie de brillo.

—y-yo..., —estaba apena, pero ¿Por qué carajos lo estaba?, —lo lamento no quise..., —me pare para irme pero me tomo del brazo impidiéndomelo.

—Tranquila, —lo mire, esa hermosa sonrisa era para mí, —no tienes por qué disculparte al contrario, —me sentía estúpida, ¿por qué mierda me sentía así?, —ese beso a significada mucho para mí, —me jalo suavemente, —anda toma asiento, hay que seguir practicando con tus problemas numéricos fea, —me sentí como una idiota adolescente al escuchar como salía de sus hermosos labios ese apodo.

—d-de acuerdo, —puso las manos sobre las mías.

—fea no significa que lo estés, —beso mi mejía, —es todo lo contrario, —me sonrió.

—Gracias, —me limite a sonreírle.

—Bien, —dejo mis manos para sacar sus libros, — hay que comenzar ya.

Y así no las pasamos las horas restantes hasta cavar con las horas y irnos cada quien a sus casas.


















































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Besos. Espero que ya hayan salido de vacaciones. Buen fin.

"Solo tú"(Alonso Villalpando Y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora