Ella era una chica con todos los lujos posibles, ella es hermosa, ella es muy buena jugando con los hombres hasta que apareció él en su camino dándole un gran vuelco a su vida, jamás pensó que ese momento llegaría tan pronto.
Era lo que estuvo evita...
Habia llegado al salón ya, al antrar dos miradas se centraron en mí, por lo que pude visualizar solo una, Valeria al darse cuenta de nuestra conexión decidió romperla bajando la mirada rápidamente consiguiendo qué me sintiera una completa basura como chico,pasando asi dos módulos sin hacer nada interesante pues como era de esperarse las vacaciones estaban ya cerca y no habían pendientes por parte de los maestros. Era sólo asistir y ya.
Quería voltear a mirarla pero me sentía completamente mal, la había lastimando y mucho, estaba de nuevo recorriendo el mismo camino que traze con _______. Sabía que ella estaría para mí sin importar nada pues su amor hacía mi era tan incondicional qué dejo que la hicieran mía de la manera más estúpida y cruel de mi parte.
Había sido un completo error ir a su casa.
—Jos.... ¿Estas bien? ¿Qué le sucedió a tu mano? —soltó al mirame frente a su puerta con la mano vendada, no sabía que hacia aquí, solamente mi instinto de carencia de amor me mostró el caminó hacia ella.
—Estoy bien Valeria... —la miré, llevaba un lindo vestido floreado con una chaqueta, —¿Has salido? —la analicé de pies a cabeza, era morena de hermosos ojos cafes obscuros, curvas envidiables, una hermosa cintura con un trasero perfecto. Había entablado mas de una conversación con ella antes, sabía perfectamente qué le gustaba sus actos y la manera de mirarme la delataban enormemente.
—Oh sí... Mis padres y yo salimos a cenar, pero tú... ¿Seguro qué estás bien? —su mirada denotaba lo preocupada que estaba por mí.
—¿Estás sola en casa o están ellos? Me refiero a tus padres... — visualice detrás de ella la enorme escalera que dirigía hacía los dormitorios de arriba, nunca había estado aquí pero supongo qué eso era lo qué se hallaba en esa dirección.
—Mis padres se han ido... —regrese mi mirada hacia ella, —y bien... ¿Qué es lo que te trae aquí? —preguntó con cierta curiosidad.
Ni siquiera sabía que hacía aquí, me sentía solo en la abrumadora espuma negra de aquella noche cuando _____ me habia rechazado. —Yo... ¿Puedo pasar?
—No lo sé... —titubeó —creo que es mejor que vayas a casa Jos, —me miró, sus ojos tan profundos y brillantes me transmitían lo contrario.
—Solo quiero platicar Vale... —respondí con un leve nerviosismo a que otra chica de nuevo volviera a rechazarme.
No dijo nada solamente se hizo a un lado para que pasará, bonitas decoración iluminaban su sala, al igual que yo tenia una enorme chimenea justo en frente de un sofá color café claro. —Lindo... —dije al caminar observando todo el alrededor.
—Gracias ¿Gustás un chocolate caliente? —dijo detrás mio con una amable sonrisa, era muy hermosa
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