"Solo tú"(Alonso Villalpando Y Tu)

"«Baile de invierno»"

Capítulo 40

3era parte

"El adiós"

Miraba como todos alegres, con sonrisas de oreja a oreja bailaban al son de la música, aplaudiendo con entusiasmo mientras yo, me consumía con dolor riguroso sobre mi corazón en aquella silla junto a mi padre. Las mesas estaban todas alrededor de la gigantesca sala donde la fiesta se llebaba acabo, habíamos llegado ya hace un par de horas, después de que Jos se marchara a casa, Bryan llegó con mi madre pasa así alistarnos y ahora nos encontramos todos en una enorme mesa junto a los canela, Jos se vislumbraba normal como sí hace unas horas no habría hecho sentirme miserable del otro lado podía ver a Julia con camila mirándome con tristeza puesto qué, toda la escuela se había enterado del suceso, ¿Cómo? No podía ni siquiera pensar en quién podia hacerlo estaba concentrada en él, en sus ojos, la sonrisa que irradiaba su rostro a mirarme, los pequeños lunares que tenía por el par en par debajo de sus hermosos ojos verde-azulados. No había pasado ni tres días y estaba comenzado a consumirme en este amor prohibido no podía ni imaginar lo que sería no verlo meses inclusive años para volver a encontrarnos de nuevo.

—¿Bailamos? —Bryan, tendió su mano sobre la mesa en dirección mía.

Me negué, —No quiero.

—Vamos cariño... Es un día especial para todos. —papá bebió de su copa.

—Por favor. —sonrió nerviosamente.

—Bien. —tomé su mano para dirigirnos al centro de todos, las luces opacas oscurecían los andares de nuestros pasos. El escenario estaba lleno con un grupo que tocaba muy bonito con canciones movidas que te hacían levantar vuelo al bailar, con la mano de Bryan sosteniéndose a la mía me hizo mirarle de frente tomando mi cintura para acercarme a él, moviéndonos lentamente mientras la canción sonaba y como si el destino se ensañara conmigo, "Can't Help Falling In Love" comenzó a ser tocado por aquel grupo.

Mi corazón se estrujo por completo logrando parar en seco, cerrando los ojos con tanta fuerza que se me hizo imposible controlar aquella lágrima resbaladiza, recordar ese momento me hizo sentir como si mi piel era acariciada por sus besos, sus labios, sus finas manos blancas. Sin previó avisó Bryan me sujetó fuerte en un abrazó, —Perdóname, no quiero ni imaginar el dolor que estas sintiendo ahora, — susurró, —Lo lamento mucho hermanita. — sus palabras fueron el detonante que acabo con aquella fuerza en mi, sentia las manos frías, las piernas pesadas sin querer moverse.

—Lo amo tanto... —solte en un sollozo ahogado en sus brazos.

—Espero poder recompensar todo lo imbécil que fui contigo.

Las luces sé apagaron exeptuando del escenario, mire en aquella dirección, todos los músicos se alejaron y dejaron iluminando el piano y entonces lo vi....
Con aquel traje encajado perfectamente a su medida con los caballos recien peinados, luciendo espectacular como un chico fino y refinado con clase, sobre todo se notaba a leguas que era mejor que todos los chicos de aquí juntos. Sin decir nada tomo asiento en la silla del piano y comenzó a tocar, perdiendome en su voz, en lo que me hacia sentir, era él y yo con su hermosa música de fondo absorbida por tanta perfección deje de pensar en lo demás y centrarme en él.