"Solo tú"(Alonso Villalpando Y Tu)

«"Buenas Noches"»

Capítulo 37

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No podía conciliar el sueño durante varios minutos mientras pensaba en lo horrible que debio ser para Valeria qué Jos le obligará a hacerlo, ese recuerdo lo tenía aun reciente apesar que esos meses hayan pasado, simplemente no podía cerrar esa cicatriz pero si tratarla. Depués de varios intentos mis ojos por fin decidieran cerrarse, tranquilamente respiraba mientras podía sentir como todas mis tensiones bajaban para dar paso a la paz.

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Una rafaga de viento frío paso sobre mi piel haciéndome encojer en mis sábanas pero como era de esperarse habia cerrado la ventana, así qué, no tuve de que precuparme hasta que de pronto logre escuchar unos pasos en mi recámara y sentir como el intruso se infiltraba en mi cama, hundindose por el peso. Abrí los ojos rápidamente en un bano intentó de levantarme y gritar pero aquella persona logró callarme poniéndome una mano en la boca, colocándose a horcadas de mí; entonces me di cuenta de quién se trataba, la luz de la luna que lograba entrar en mi habitación resplandecía sobre su piel pálida como la nieve haciendo que me tranquilizara, sus ojos brillaban mientras me miraba inquisitivamente con determinación, sus facciones hacían juego con aquella noche, sus ojos, los labios, las cejas, su cabello, todo lograba contrarrestar bajo la luz de la luna dóndele un gran toqué de malicia pero al mismo tiempo temor.

—Escucha... —habló, logrando basilar sus palabras mientras se humectaba los labios con tanta necesidad, —No te haré daño ¿De acuerdo? — obviamente se que no era capaz de hacerlo, —Necesitamos hablar, por lo que pasó ayer antes de salir del instituto. —Susurraba con temor a que fuesemos pillados.

Oh vaya, esto se trataba de Valeria claro, seguramente venía a pedirme que alejara las garras Jos hacia ella. Dado por aquellos celos repentinos tiré de su mano para safarme de él, —Suéltame, —lo empujé, —¿Qué carajos te pasa? —escupí, —Esto se llama... —volvio hacía mi para taparme la boca de nuevo.

—Shhh, nos escucharan. —sus ojos me suplicaban paciencia. —Solo....Solo trato de... —arranqué su mano de mí. —Fea... Sola dame unos minutos, he escapado de casa para poder brincar las cercas detrás de tu jardín.

—Alonso, hay cámaras por todas partes.

—Y lo sé. Decidí arriesgarme.

—¿Estás loco? —estruje sus rostro con ambas manos, —Papá, va a matarte, —frunci el ceño, —No quiero que tengas mas complicaciones y menos por mí culpa, —lo solté, estar frente a él no era bueno para ambos pues no podíamos estar a milimetros de distancia sin querer tocarnos.

—No me importa, queria y necesitaba hablar contigo, —tomo mis manos y lo miré, —Necesito que sepas qué, te quiero muchísimo apesar de todo lo que un día me hiciste, te he perdonado y lo sabes pero lo nuestro no puede seguir en pie. —se colocó justo a lado mío tomándome de la mano con sutileza, —hace un par de semanas me entere de haber ganado esa beca. —los dos teníamos la mirada fija hacía en frente puesto qué no quería ponerle mas presión mientras hablaba.

—Eso es génial, —Sonreí, entrelazando nuestras manos —Muchas felicidades estoy tan contenta por ti, lo digo de corazón Alonso. —me soltó, sentí como el aire frío lograba pasar sobre mis dedos.

—¿Sabes lo que significa cierto? —me miró, esos hermosos ojos verde azulados estában mas tristes qué alegres, —Me iré del país, adios toda mi vida en la ciudad para formar otra en un lugar muy lejos de aquí. —suspiró, bajando la mirada hacía su regazo donde sus manos no dejaban de moverse nerviosamente. —Me iré este jueves después del baile de invierno, pasaré antes un rato con mi familia para celebrar noche buena antes de lo esperado y después me iré al aeropuerto, mi vuelo sale a las 11 de la noche.