"Solo tú"(Alonso Villalpando Y Tu)

«"Realidad"»

Capítulo 42

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Habían pasado ya quince días exactos después de su partida, lo extraña muchísimo más que a nada en el mundo, no busqué la manera de como contactarme con él ya qué el número que Jos había encontrado o se lo cambió o simplemente no quería hablar conmigo pero no puedo creer esa segunda opción él no haría eso, no después de lo mucho que nos amamos. Las posibilidades de encontrarlo eran dificultosas, puesto que no sabia exactamente dónde se asentaba Jos,por su parte, se negaba rotundamente a decirme sus investigaciones, me había cansado de rogarle que pudiera brindarme ese conocimiento con lo poco que sabía Julia era mi nueva opción para preguntar pero me había jurado por más de tres ocasiones que solo sabía su estancia en España nada más pero eso no era un dato concreto ¿Cuantos millones de habitantes habrían? ¿Qué calle? ¿Que hotel o que instituto? Estaba frustrandome por no poder escuchar su preciosa voz.

—¿No tienes apetito? —papá bebía su vino, reflejado en aquella copa de cristal.

—Fernando déjala, —mamá habló, —¿Cómo esta tu familia José? —sus ojos se fueron a mi lado derecho.

—Muy bien Señora, —lo miré, —La semana pasada después de navidad papá fue por unos asuntos a New York pero prometió volver pronto.

Papá había organizado una cena familiar un día antes del regreso al instituto, miré aquel platillo lleno de aperitivos llamativos de colores con un olor excesivo qué al instante pude sentir como la cabeza me simbro por unos segundos logrando marearme, solte el cubierto para sostenerme de la mesa.

—¿Qué te pasa, estás bien? —sus manos tomaron mi brazo.

Negué, mi estómago se revolvió haciendo subir lo poco que había consumido, —Disculpen, —como pude salí del comedor, corrí hasta llegar a mi habitación, entrar al baño y vomitar aquello que me hacía mal, baje la palanca y me apoye en la pared. La garganta me dolia poco, era una sensación de ardor y picor al mismo tiempo ¿Qué pasaba conmigo? Con está era la tercera ocasión que me pasaba lo mismo y sí.... Estuviera embarazada, no, no papá me mataría para acabar conmigo por completo y dejar de aurrinar sus planes. ¿Qué se supone que haría? Alonso no estaba aquí, el padre de mi bebé ni siquiera sabía de su existencia en caso de qué estar embarazada sea verdad.

—¿Qué voy a hacer? —suspire llevándome las manos a la cara de frustración. Primero tendria que comprar una prueba o ir al médico sin que nadie pudiera enterarse.

Unos golpes me sacaron de aquel transce, —Tus padres me mandaron a ver como te encuentras, —Jos, hablaba con rapidez.

Me enjuague la boca, las manos y Salí, —Estoy bien, —lo miré, —¿Es todo?—caminé hacia mi cama para sentarme en el.

—No, ¿Cómo esta eso qué no comes bien? ¿Qué se supone que haces? ¿Una huelga de hambre? Eso no te será suficiente para regresarlo, ya olvídalo. —caminó hacia mi, para enfrentarle le mire, aquellos ojos color miel jugaban entre ser comprensivo o impulsivo, —Esto comienza a artarme, —se inclinó a mi tomándome las ambas manos con una de las suyas para que la otra acunara mi mejia, acariciandome con su pulgar, —Solo... Solo deja que el tiempo sane todo, yo se qué podras olvidarte de él. —sus me ojos suplicaban, —Ahora dime, ¿Qué es lo que realemente te sucede?

—Jos... Estoy bien, —alejé su mano de mí, —No puedes pedirme eso, olvidarlo no esta en la lista de las cosas que quisiera hacer. —trate de pararme pero me frenó.