15

3 0 0
                                    

-Buenas noches, ¿Cómo están los hombres más guapos de la vida?

Y cuando decía guapos lo decía en serio, Nacho era alto, blanco, de pelo negro, medía 1.87 y se gastaba el cuerpo de su vida, unos brazos para babear, Veno era trigueño, medía aproximadamente 1.75, de cabello negro y corte muy bajo, su cuerpo era parejo, acuerpado desde la coronilla de la cabeza, hasta la planta de los pies, tenía una espalda súper ancha y unas piernas bastante musculosas. Y por otro lado estaba Turi, de cabello rojizo, con algunas pecas, medía como 1.65 y era un completo amor, no era ni muy delgado, ni muy acuerpado, era sencillamente lo más tierno del mundo.

-Bu bue buenas noches Princesita de mi mii vii daa- dijo Turi mientras me daba un fuerte abrazo y me cargaba.

-¡Mi querido príncipe!, ¿Cómo está lo más guapo que tiene este apartamento? – dije y nacho empezó a toser y a aclararse la garganta, mientras que por el otro lado, Veno soltaba carcajadas a modo de burla.

-E ee es la ver verdad – dijo Turi mientras caminaba sacando pecho – so soy lo ma más lindo que que tiene Nan Nani y usted ustedes también – al terminar de decir aquello fue a la cocina, y sacó todo para preparar unos sándwichs – él era el que preparaba la comida, hacia el aseo en el apartamento y la mayoría del tiempo lavaba la ropa, era algo así como la mamá de esos dos.

Me fui hasta el mueble donde estaban Nacho y Veno y me senté en medio de ellos, los saludé de beso y me dispuse a mirar televisión, aunque sentía la mirada de esos dos sobre mí.

-¿Ajá? – Dijo Nacho observándome cautelosamente. Me hice la loca y seguí mirando la tv.

-ajá, ¿Qué? – respondí mientras subía mis piernas al sofá y las cruzaba.

-Pues, no sé, estamos esperando que nos enseñes a sumar, no seas tonta Gatita, jamás vienes aquí tan temprano, ¿Qué te pasó? – dijo Veno con cara de preocupación.

-No me paso nada, solo que tuve una discusión con una de mis compañeras de cuarto y preferí venir a visitarlos en vez de quedarme allá y empezar la tercera guerra mundial.

-Oh, me pa pare parece muy bien – dijo Turi desde la cocina y le sonreí.

No dijimos más nada con respecto al tema, así que nos dedicamos a comer, y a ver una película, media hora después, ya me había quitado las botas y estaba recostada en el mueble.

Cuando dieron las 12 de la media noche, nos dispusimos a salir, me arreglé y bajamos todo al estacionamiento, subí mi moto hacia la parte de atrás de la camioneta de los chicos y me subí con ellos adelante.

Cuando llegamos al sitio, una camioneta se nos atravesó haciendo que frenáramos de golpe.

Pegué un grito angustiada y me quité rápidamente el cinturón.

-¿Qué pasa Nacho? – pregunté casi gritando.

-¡No lo sé! Pregúntale al estúpido de Veno que es el que siempre anda metido en malos negocios. –dijo él dándole golpes al volante.

-Ya, ya, yo me bajo – dijo Veno quitándose el cinturón de seguridad – sigan derecho ustedes en el auto.

-Ni ni se te ocur ocurra, Veno, nosotros nos baja bajamos con contigo – recalcó Turi para que nadie protestara.

Nos bajamos todos exaltados del auto y Veno se acercó a nosotros.

-Déjenme hablar a mí, no se metan en esto -dijo levantando las manos a la altura del pecho. Asentimos.

Caminamos detrás de él y escuchamos atentamente todo lo que habló con esos hombres.

-Así que hoy nos vas a pagar el dinero que nos debes, por fin– dijo el hombre que estaba a la mitad del grupo, eran cinco hombres y estaban vestidos de negro.

-Ya, ya les dije que hoy les voy a pagar, con lo que gane de la carrera, no tienen por qué atravesarse en nuestro camino, ni hacer esto, hubiésemos podido estrellarnos – dijo él un poco nervioso.

-Nosotros hacemos lo que se nos da la gana, no vengas a decirnos qué hacer - volvió a hablar el que parecía el jefe.

-Bueno, sí, tienes, tienes razón, disculpa – si no conociera a Veno diría que el que está hablando es Turi, está tan nervioso que gaguea.

-Es una cantidad considerable, no puedes perder, porque si no, te irás despidiendo de tu hermosa navecita. – dijo de nuevo el idiota ese.

-No, no, no se preocupen, yo voy a ganar, te lo aseguro.- Veno empezó a mover las piernas, los brazos, a comerse las uñas.

Dios que feo es esto...

Todos le dieron una mirada de advertencia a Veno, dieron media vuelta y se fueron.

_____ * _____

Veno se estaba alineando para empezar la carrera, saludó a sus contrincantes, pero eso sí, antes de empezar la carrera, investigó las apuestas y como muchos lo vieron con la misma moto que ganó la carrera pasada, aumentaron sus apuestas por él.

Sonó el disparo que daba inicio a la carrera y Veno quedó prácticamente en el primer lugar, habían pasado los primeros 500 metros y yo me sentía demasiado nerviosa, no quería que perdiera, no quería que le quitaran su moto, no quería que esto terminara mal para él.

Uno de los chicos que corría para ganarle la carrera a Veno lo alcanzó y chocó su moto con la de él.

Dios mío, esto no podía estar pasando. Creo que fueron entre 2 o 3 las motos que pasaron a Veno mientras este prendía de nuevo la suya para volver a la carrera.

Amo las carreras clandestinas, pero lo que odio es que no haya una regla que prohíba el choque de motos, es algo sucio y solo las personas sucias lo hacen, lamentablemente Veno ha caído con una de ellas y hora está en el quinto puesto y a 300 metro de la meta.

Si Veno no gana, se llevarán su moto y no quiero pensar en que eso le suceda, se endeudó demasiado por ella.

Lo veo desde lejos y está intentando acelerar la moto, pero parece que no le funciona, algo pasó.

Cuando por fin la moto logra prenderle, Veno toma un camino alterno al de la carrera...

Oh Dios mío, que no sea lo que estoy pensando...

Veno está escapando, Dios mío, sabe que ya no es posible ganar la carrera y tomó una carretera clandestina y piensa escapar.

Volteo mi rostro para ver a Nacho y a Turi, pero no están.

Me vuelvo loca y no sé qué hacer. Bajo corriendo las gradas y me dirijo hasta la camioneta de los chicos, una 4 x 4 negra casi me atropella y en la ventana puedo ver a uno de los hombres que amenazó a Veno.

Me quedo mirando la trayectoria del vehículo y noto que siguen el mismo camino que tomó Veno hace menos de 5 minutos.

Llego hasta la camioneta y los chicos están bajando sus motos de esta.

-Necesito que conduzcas la camioneta y vayas detrás de nosotros. Iremos detrás para ver si podemos sacar a Veno de esta.- dijo nacho muy agitado.

Lo último que vi, fue a Nacho y a Turi acelerando sus motos a una velocidad jamás vista y siguiendo el camino de la camioneta.

Las manos me temblaban y sudaba frío, mis orejas estaban calientes no era capaz de meter la llave en el auto para si quiera prenderlo, los pies se me movían solos y sentía un dolor extraño en la cabeza.

Veno tenía que salir de esta, esa gente manejaba mucho dinero, eran los dueños de estas apuestas, eran narcotraficantes y gente de temer.

Por favor Dios mío, por favor, que nada le pase a mi amigo.

Traté de centrarme y logré meter la llave. Lo logré y prendí la camioneta. Aceleré lo que más pude y a 200 metros delante de mí, logré ver a Nacho y a Turi en las motos.

Vamos chicos, tenemos que salir de esta...

Vida ClandestinaWhere stories live. Discover now