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Atendí como a 5 o 6 pacientes hoy, algunos están mejorando, otros siguen en las mismas condiciones...

Terminé mi día de trabajo y me fui a casa, en realidad estaba muy agotada, había llamado durante todo el día a Nacho para que me diera razón de Veno, pero no aparecía y eso me tenía al borde de la locura.

Llegué a casa, me vestí, saludé a las chicas, saludé al novio de Katie que tenía rato de no verlo por aquí y por lo que divisé, ya estaban mejor. Mi amiga tenía una cara de ponqué que no se la quitaba nadie, le piqué el ojo al pasar y me sonrió. Con eso me di cuenta que las cosas estaba mejor y me alegraba mucho porque se lo merecían, ambos están demasiado enamorados el uno del otro y en ocasiones son tan empalagosos que me provoca bañarlos en agua con sal.

Entré a mi cuarto y me estaba esperando una preciosura acostado en mi camita. Solté el bolso y me tiré encima de él obviamente no haciéndole daño.

-¿Cómo eshtá lo mash hemosho de mamá?

Le pregunté a general quien me lamía toda la cara y se le notaba a leguas la felicidad que tenía.

Estuve aproximadamente media hora jugando con general en la cama, hasta que me levanté, me fui a la ducha y me di un baño que me ayudara a dormir.

Estaba demasiado agotada, pasé la noche casi en vela y el día trabajando y preocupada por Veno, definitivamente necesitaba dormir.

Cuando salí de la ducha, mi teléfono estaba sonando, salí corriendo a contestar y la toalla se me soltó quedando prácticamente desnuda en mi cuarto.

¡Genial!

-Hola – contesté poniéndome el celular entre el oído y el hombro para acomodarme la toalla.

-Hola, ¿Cómo estás? ¿Tienes planes para hoy? – dijo del otro lado Brooks

-Estoy bien, un poco cansada porque no he dormido bien, anoche pasé en vela y – recordé en ese momento que Brooks no sabía nada de mi otra vida y que casi la embarro – casi no pude dormir porque tenía dolor de cabeza, no sé fue extraño, así que ahora me voy a acostar a dormir porque estoy rendida – dije esperando que se creyera mi mentira.

-Umm, bueno, entonces ¿Hacemos algo mañana? –Preguntó

-Sí, mañana en la tarde creo que no tengo citas, si tú no tienes, podemos hacer algo, lo que quieras. – me senté en la cama y empecé a llenarme de crema las piernas.

-Bueno, hasta mañana entonces, que descanses.

-Hasta mañana Brooks, que estés bien. – colgué el celular, me puse la pijama y me acosté a dormir.

_____ * ______

Me desperté a las 6 de la mañana, me arreglé para ir a trabajar, desayuné e hice mi camino hasta el consultorio, mientras iba en la camioneta llamé a Nacho y efectivamente, ya eran un día más sin saber de Veno, estaba preocupada, algo tenía que haberle pasado para que no pareciera.

A medio día salí de la oficina, almorcé en casa pero casi se me quita el hambre cuando llegué y encontré a las 2 parejitas en casa viendo películas.

¡Genial!

Que esté Katie con su novio no me molesta en lo absoluto, pero que esté la tonta de Daniela con el estúpido que tiene por novio, casi hace que humo saliera de mis orejas del mal genio, así que fui a la cocina, tomé mi comida y me fui a mi cuarto.

Escuché mi teléfono sonó y corrí a contestarlo ya sabiendo o al menos teniendo idea de quien se trataba.

-Sí – dije con una pequeña sonrisa en el rostro.

-¿A qué horas paso por ti entonces? – dijo Brooks del otro lado.

Sonreí.

-¿Qué te parece a las 2pm? – inconscientemente me mordí la uña de mi dedo pulgar.

-Perfecto, sales apenas te avise que estoy abajo – dijo

-Bien, pero no me has dicho que ropa debo usar – pregunté un tanto pensativa.

-Ponte cómoda y usa ropa que no sea tan importante – lo escuché sonreír del otro lado.

-No es justo que me digas eso, necesito saber a dónde iré para no llegar como domingo a mitad de semana – le dije haciendo puchero de niña enojada.

-Ya te dije, princesa, no vayas elegante, lleva ropa sencilla, un jean, una camisa sencilla y tenis, puede ser. – dijo él y un revoltijo se hizo en mi estómago al escucharlo llamarme de esa manera.

-Bueno, un jean y una camisa, que conste que tú lo sugeriste, no me vengas después con que te doy vergüenza así vestida. – una sonora carcajada sonó del otro lado.

-Chao – dijo él y yo todavía sonriendo le devolví la despedida y colgué.

Me bañe, y empecé a rebuscar en mi closet un jean viejo y desgastado que tuviese.

No tenía ni la menor idea de por qué quería que me vistiese de aquella manera, pero así lo hice, el jean era de esos que quedan un poco ancho y tenía rotos en las rodillas y un poco más arriba, la camisa era una blusita blanca de tiras ajustada a la figura y me llegaba a l cintura, encima me puse una camisa manga tres cuartos de cuadros rojos con rayitas negras, unas vans blancas, y por ultimo metí la cartera y el celular en una mochila.

Me maquillé muy sutilmente, pinté mis uñas de rojo sangre y puse un poco de colonia en mí.

Estaba dándome el último vistazo en el espejo cuando mi celular sonó. Era un mensaje de Brooks.

"Estoy aquí princesa, puedes bajar."

Sonreí porque de nuevo me llamó de esa manera y bajé las escaleras. Me despedí de los tórtolos y los tontos y bajé por el ascensor.

-Si dieran un premio por puntualidad, tú ganarías el primer puesto – le dije cuando me subí en su auto, lo saludé de beso en la mejilla a lo cual sonrió muy lindo. - ¿A dónde vamos?

-¿Sabes dibujar? Preguntó levantando las cejas y bajándolas rápidamente.

-Pues cuando se trata de hacer humanos, me queda perfecto la bolita, el palito del torso, y los palitos de las extremidades – dije haciendo que él soltara una carcajada y golpeara el volante.

Es gracioso verlo reír de esa manera, Mariano jamás se reía de lo que yo decía y en ocasiones cuando intentaba hablar delante de la gente, me hacía señas para que no lo hiciera, creo que le avergonzaba.

Rayos, ¿Por qué los estoy comparando?

Vida ClandestinaWhere stories live. Discover now