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Perdón por la demora, sé que pocos me leen pero siento la inmensa necesidad de excusarme.

Subiré dos capítulos como recompensa.

Los quiero

<3

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Nacho...

-¿Así que trabajas para ellos? – preguntó Veno muy indignado mirando a Nacho.

-Tú lo has dicho – dijo él.

Veno  le escupió la cara. – maldito, mal amigo - lo miró con furia impregnada en sus ojos

-¿Mal amigo? – Empezó a negar con la cabeza – jamás fui su amigo, solo... solo los utilicé - lo miramos con tanta rabia impresa mientras ambos intentábamos soltar el amarre de la silla en las que estábamos. Sí, el muy maldito nos había mandado a amarrar. – un par de hermanos cursis que se amaban pero se demostraban odio por un lío de faldas.

-¡SUÉLTAME MALDITO! – le grité a Ignacio. Ya no valía la pena ese apodo que le teníamos. – ¡QUE ME SUELTES TE DIGO!

Se burlaba olímpicamente de nosotros.

-¿Recuerdas la primera vez que la moto te falló? – Veno empezó a moverse con rabia y a intentar soltarse – fui yo – se rio burlescamente. – lástima que no te mataste ese día...

Veno le dio una mirada de rabia y le lanzó el pie, pero no lo alcanzó, más bien se cayó con todo y silla.

Ignacio hizo un ademán a los dos gorilas y estos ayudaron a Veno a acomodarse de nuevo.

-¡¿POR QUÉ HACES TODO ESTO?! ¡¿DÓNDE ESTÁ NHALINIE?! –Escupí con rabia.

-Tranquilo enmascarado, - él también sabía que yo era Broler. ¡Rayos! – tu gatita anda por aquí cerca. Está bien, sabes que siempre ha estado buena para comérsela pero la muy estúpida no tenía ojos sino para Mariano y ahora para ti.

Hice un ademán para soltarme de la silla.

Fracasé en el intento.

-¡MALDITO, TRÁEMELA!

Me ignoró.

-¿Recuerdas cuando se te apagó la moto y no prendió en plena pista? – habló él mirando a Veno.

-Hijo de tu perra ma... - Ignacio lo interrumpió.

-No, mi mamá no es eso – se burló – he vivido muchos años con ella y tiene dos pies y dos manos, nada de cuatro patas – soltó una risotada demoniaca. -pero sí, todas esas veces fui yo metiéndole mano a tu moto.

-¿Por qué hacías eso? ¿Por qué haces esto? – preguntó Veno.

-Me pagaban muy bien cada vez que perdías una carrera. – negamos frenéticamente Veno y yo – pero imagina esta. – si te llevo con vida ante ellos para que te maten, me dan 100 mil grandes, pero si llevo tu hermosita cabeza, me dan 500 mil grandes. – se quedó mirándonos de hito a hito.

Adivina, ¿Qué escogí?

Veno intento de nuevo soltarse de la silla, le lanzaba patadas con los pies y le decía palabrotas.

-Hoy no sales vivo de aquí – hacía sonidos extraños con la boca – sin embargo, si Brooks me da el dinero que trajeron, lo dejo irse libre con Nhalinie. No sin antes hacerle ver cómo me divierto con ella.

-¡MALDITO! – Grité desesperado y moviéndome para intentar soltarme – ¡NO TE ATREVAS! ¡TE MATARÉ!

Nacho hizo un ademán y los gorilas que tenía por acompañantes vinieron y empezaron a golpearnos.

Vida ClandestinaWhere stories live. Discover now