BROOKS
Me había estado mensajeando con Nhalinie un buen rato, pero el último mensaje no lo vi porque me quedé dormido.
Dormí como hasta las cuatro de la tarde y si no fuese porque mi hermana me despertó dando gritos habría dormido más tiempo.
Casi no descansaba y esa tarde no había tenido planes así que decidí darme un descanso pero no iba a ser posible o al menos no el tiempo que hubiera querido.
-¡BROOKS! ¡BROOKS! ¡DESPIERTA POR FAVOR! –ni siquiera se sentó en la cama y empezó a moverme con brusquedad.
-¿Qué pasa, Bianca? ¿Qué es esa gritería? – me sobé un poco los ojos con el dorso de la mano y me senté en la cama.
-Es Ángela, me llamó casi llorando y gritando, no sé qué le pasa. Debemos ir a su departamento – me paré inmediatamente de mi cama. Me temía lo peor, tal vez el desgraciado ese la había vuelto a buscar y la había encontrado.
-Tranquilízate Bianca, déjame lavar los dientes, me cambio de ropa y salimos.
_______ * _____
Íbamos en camino para el departamento de Ángela, una camioneta muy extraña venia por el otro lado de la carretera a toda velocidad.
Me pareció conocida, pero con la adrenalina que llevaba encima no presté mucha atención.
Estuvimos divagando un rato en el condominio donde vivía Ángela porque no sabíamos muy bien cómo entrar.
Bianca tuvo que llamarla y pedirle el favor de que la ubicara con almacenes o tiendas cerca para ver si dábamos con el lugar.
Creo que el mismo desespero no nos estaba ayudando.
Esto que estaba pasándole a Ángela me llegaba al corazón, era como si una vieja herida se estuviese abriendo en mí.
No quiero que malinterpreten, llevo años tratando con pacientes en estas condiciones, pero tener una paciente que conoces y que es amiga de tu hermana y saberla pasando por lo mismo es algo muy complicado.
Bianca me daba miradas de preocupación porque sabía cómo me ponía ese tema.
Ella no quiso aclararme que era lo que pasaba con su amiga pero yo ya me lo imaginaba. Lo que Bianca no sabía era que Ángela había estado ya en mi consultorio.
Por fin llegamos al lugar y el portero nos dejó pasar sin problemas, al parecer ya había recibido indicaciones.
Tocamos la puerta y esperamos a que abrieran. Cuando la puerta se fue abriendo lentamente el corazón se me aceleró, sentí una voltereta extraña de solo imaginarme el estado en el que la conseguiría.
Efectivamente, me quedé boquiabierto y se me fue cegando la vista de la ira cuando vi los golpes frescos que tenía Ángela en su pómulo derecho.
Tenía un gran moretón en su ojo izquierdo y su labio inferior estaba roto y sangrando.
Bianca pegó un chillido estrepitoso cuando la vio y se le tiró encima para abrazarla, Ángela chilló un poco de dolor y mi hermana se separó de ella.
Tenía moretones y heridas abiertas en sus brazos, se movía con dificultad y su ropa estaba rasgada.
-Dios mío, Ángela, ¿Quién fue el desgraciado que te hizo esto? ¿Qué fue lo que pasó? – mi hermana se fue a la cocina y empezó a preparar un té de manzanilla para los tres.
-Fue él, ya sabes cómo se pone. Se enteró que estaba yendo a terapias. parece que me sigue, amiga, parece que no va a dejarme en paz – dijo ella sentada en el sofá mientras yo con mi botiquín de primeros auxilios curaba sus heridas.

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Vida Clandestina
RandomDe día es la mejor de las psicólogas, te atiende, te da consejos y escucha con atención cada uno de tus problemas, pero de noche, su vida es completamente diferente, nadie la conoce por su nombre real, nadie sabe que es psicóloga, ella es... Nani e...