Vida Clandestina

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Hoy no tenía carrera y eso me tenía un poco aburrida, resulta que la policía había logrado interceptar a algunos en la autopista y todo se canceló al menos por esta semana.

Triste por Nacho, Veno y Turi que hacen esto por dinero, pero terrible para mí que lo hago por diversión. Me muero del aburrimiento.

Empezó a sonar en mi cuarto el tono de llamada que tengo y como loca revoloteé todo buscando donde estaba el bendito teléfono, hasta que lo encontré metido entre un calcetín en la ropa sucia.

¿En serio? ¿En un calcetín?

-Aló, - Dije mientras tomaba entre mis dedos un mechón de cabello y lo miraba para luego darme cuenta de que tengo las puntas abiertas y hacer un mal gesto en la cara.

-No planees nada para esta noche, iré a recogerte – Hablo Brooks

Brooks es un viejo amigo, siempre hemos salido, charlamos, tomamos o hacemos cualquier estupidez, pero hasta ahí y bueno, hoy no me aburría, saldría con Brooks y la pasaría en grande.

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Sentía los pies helados, tenía la mente en blanco, las manos me sudaban y mi cuerpo comenzó a temblar, por mi mente pasaban todos los momentos que he vivido con él, todos los momentos en que habíamos salido a jugar, a comer, a pasear y nunca me había dado cuenta de nada.

¿Cómo pude ser tan torpe? ¿Cómo no lo vi venir? Brooks enamorado de mí, bueno, todo esto lo estoy pensando mientras él me besa apasionadamente y yo no he respondido por estar sumida en mis pensamientos.

Creo que ha llegado el momento de parar esto...

-Lo lamento... Brooks, yo no creo sentir por ti lo que tú dices sentir por mí – dije luego de haberme zafado de su agarre y estirándome el vestido hacia abajo, ya que me lo había subido sin querer.

-Pero aquellas veces en las que salimos y yo te agarré de la mano y me dejabas hacerlo o cuando te daba besos en la comisura de los labios, pensé que me correspondías – Dijo él con las manos metidas dentro de su pantalón de dril y mirándome directamente a los ojos.

-Y... yo – Tartamudeé un poco – Yo lo siento si te hice pensar en eso, respondí a ese tipo de cosas porque pensé que era cariño entre amigos, - Dije cuando intenté acercarme y acariciar su rostro pero él se corrió hacia atrás – Si hubiese sabido que tenías ese tipo de sentimiento por mí, jamás hubiese permitido tales tratos entre nosotros – Me alejé cabizbaja y empecé a caminar dándole la espalda. Tenía la esperanza de que él me siguiera.

Esperaba que él me comprendiera. Fue el mejor amigo del hombre que he amado toda la vida, del hombre que perdí hace años y desde ahí no pude volver a ser la misma persona.

Por medio de esa persona fue que lo conocí, para donde iba uno, iba el otro, lo que hacía el uno lo hacia el otro. ¿Cómo terminé enamorándome de aquel hombre? Pues es una historia larga de contar.

Me tropecé con una piedra y salí inmediatamente de mis pensamientos...

Grande fue mi dolor y decepción al darme cuenta que Brooks no me seguía, sino que había tomado una dirección completamente opuesta a la mía y caminaba con sus manos metidas dentro de los bolsillos de su pantalón y la cabeza gacha.

Nunca me había puesto a pensar en lo guapo que era. Media más o menos un metro noventa, piel blanca como la nieve, unas cuantas pecas cafés en su rostro, cabello marrón oscuro, cejas pobladas, nariz larga pero fina, una dentadura blanca y perfecta, y una sombra de bigote y barba muy sexy.

Había algo que me encantaba de él y eran un lunar grande y café que tenía en la espada. En las ocasiones que me invitó a piscina y se quitaba la camisa, yo disfrutaba ver ese hermoso lunar.

Pero, allá iba, la persona que me había acompañado durante estos últimos años para todas partes, después de haberme confesado que estaba perdidamente enamorado de mí...

Creo que hice bien en dejarlo ir...