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Eran las 8 de la mañana cuando me levanté de mi cama a recoger el despertador que de un golpe lo había mandado contra la puerta.

Recordé el motivo por el cual había puesto una alarma un sábado a esa hora y me puse inmediatamente de pie.

Fui al baño, me cepillé, me bañé y me vestí.

Salí a la cocina para preparar algo de comer, ni siquiera había visto a las chicas,

Quién sabe qué estarán haciendo...

Prendí el equipo de sonido a todo volumen, desde bachata, baladas, despecho, salga, merengue, hasta rock y metal.

Yo creo que mis vecinos no saben si soy una señora casada, una adolescente en plena crisis o una mujer empoderada, dueña de sí misma y con un cerebro enloquecido.

Después de desayunar empecé a hacer aseo en el departamento.

Katie casi ni vivía ahí, cuando no estaba trabajando, estaba con su novio, y Danny, ni sé la verdad qué andará haciendo.

Últimamente está cambiando mucho... ese novio que tiene me dan ganas de recibirlo con una cubeta de hielo, igual, estaría en su hogar. No es mucha la diferencia entre las cubetas de hielo y su corazón.

Malnacido...

Me puse a cantar y a bailar como loca mientras barría cada parte del departamento.

Entré al cuarto de katie y se veía como siempre, bien arreglado, cada cosa en su lugar, cada lugar para una cosa.

Las cremas bien organizadas, el shampoo, la crema de cabello, los talcos, las lociones, las colonias, esmalte, removedor, enjuague bucal, y demás.

Esa chica sí que era la raíz del orden.

Terminé de arreglar todo y me fui al cuarto de Danny.

¡Jesús!

Si aquella habitación era el cielo, este es el inframundo.

Daniela tiene todo regado por todas partes, si el suelo de la habitación se ve es mucho, tiene zapatos regados en la entrada, en el closet, en la cama, en la zapatera, los vaqueros en la silla, la cama desorganizada, un montón de ropa interior sobre la cama.

Me quedé congelada en mi lugar cuando vi algo...

¿En serio esa era una caja de pizza metida debajo de la cama?

¡Jesús!

Personas desordenadas y Daniela.

La última vez que la había dicho algo con respecto a la apariencia de su habitación, me dijo que ella era una persona muy respetuosa.

Le pregunté, ¿qué tenía que ver el respeto con el orden?

Su respuesta fue que ella respetaba el derecho a la libre expresión de todos los artículos de su cuarto.

¡Por los clavos de Cristo y las chanclas de Moisés!

Terminé de hacer el aseo en toda la casa, en mi cuarto, en el baño y dejé el almuerzo adelantado.

Volví a mi cuarto de baño para darme una ducha e irme a la casa de los chicos.

Este va a ser un gran día...

Sorpréndeme querido sábado

______ * _____

Faltaban 10 minutos para las 11 cuando miré el reloj en medio de la calle, estaba parada porque me había pinchado la llanta de atrás de la moto...

Vida ClandestinaWhere stories live. Discover now