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BROOKS

¡Jesús! ¿Es en serio?

Me lleva la que me trajo...

¿Por qué está Danny aquí?

Dios...

-Amorrr – dijo Nhalinie tirándoseme encima y yo la recibí con mis brazos abiertos.

Sentía la mirada fija de Daniela en mí y eso me tenía demasiado nervioso...

Creo que ella sí me había descubierto.

Le di un gran beso a Nhalinie delante de todos y luego proseguí a saludarlos a todos, uno por uno les fui dando la mano y un pequeño abrazo.

Cuando llegué hasta donde estaba Daniela le extendí la mano y la saludé.

-Hoy la carrera es diferente – dijo Nhalinie y yo volví mi atención a ella.

-¿De qué trata? – me interesé.

-Es en camioneta, podemos ir varios, en realidad los que quepamos en el carro. Pusieron un poco más amplia la pista y además es más larga.

Tenemos que ir hasta la entrada principal y volver.

-Excelente, ¿quiénes van a ir? – todos se quedaron mirándome.

-Todos vamos a ir, no creas que te vas a quedar, todos cabemos en la camioneta – dijo Nhalinie más entusiasmada y contenta de lo que me gustaría.

-¿Quién va a conducir? – pregunté. A este punto los nervios ya empezaban a hacerse notar.

-Nacho va a conducir – respondió Veno.

-Bien, bien – dije yo y empecé a moverme inquietamente. Daniela no me quitaba la mirada de encima y yo no sabía qué hacer en ese momento.

Nhalinie parecía no darse cuenta.

-Nosotros vamos a ir a llenar todos los formatos y permisos – dijo Nhalinie señalando a Veno – y Nacho y Turi van para inscribirnos en la carrera.

Eso significaba que me quedaría solo con Daniela...

¿Qué pasa destino?

Colabórame...

Hice un gesto un poco exasperado y me despedí de Nhalinie con un beso en los labios.

Me quedé ahí parado sin saber qué hacer y empecé a jugar con la tierra del suelo.

-Entonces... ¿cuánto tiempo crees que te dure este secretito? – me dijo Daniela y yo maldije por lo bajo.

Estaba descubierto.

-¿Perdón? – le contesté levantando la cabeza para mirarla.

-Vamos Brooks, que Nhalinie sea una psicóloga tonta, no quiere decir que yo también lo sea. La verdad no sé cómo no te ha reconocido si tu caminar, tu físico y tu vos – me miró entrecerrando los ojos – que no eres capaz si quiera de fingirla.

-Déjame explicarte - me acerqué dos pasos hacia ella y levantó su mano para detenerme.

-No quiero ser cómplice de esta mentira – dijo ella alejándose de nuevo de mí.

-No, por favor, no le digas la verdad, no ahora por favor – supliqué.

-No seas descarado Brooks, estás saliendo con aquella tipa de día y vienes en las noches a acostarte con Nhalinie. – me replicó molesta.

-¡NO! – Dije en tono serio y seco – no estoy saliendo con Ángela.

-A vea, al menos ya me aprendí el nombre – volvió a hablar en tono molesto.

Vida ClandestinaWhere stories live. Discover now