Vida Clandestina

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BROOKS

Nhalinie estaba parada en frente mío y con mucho enojo reflejado en su rostro.

No sabía si sentirme feliz o ni sé cómo en realidad debía sentirme.

Se supone que ella se había entregado a mí como el enmascarado y ahora estaba celosa porque Ángela estaba aquí en mi departamento.

La quise tomar del brazo de nuevo pero se soltó bruscamente, de verdad estaba enojada.

Yo quería reírme y a la vez no. Estaba demasiado confundido. Esta mujer me va a volver loco. ¿Está enamorándose de Broler o está sintiendo cosas por mí?

Bueno, sé que ambos somos la misma persona, pero para ella no. No sé si sentir miedo o mucha confianza.

Siempre he querido enamorarla y hace unos minutos estuve a punto de besarla.

Mi cuerpo se estaba volviendo loco cuando la vi con su vestido mojado ceñido al cuerpo, casi me da algo cuando me le acerqué y la acaricié y no se negó.

Siento que estoy creando algo en ella y no sé qué hacer ni por cuál de las dos personas decidirme para enamorarla completamente.

Solo quiero que cuando descubra esto, no me odie para siempre.

Le expliqué que Ángela había resultado ser amiga de mi hermana y por cierto le pedí disculpas por haber olvidado comentarle que mi hermana estaba en la cuidad.

Le dije que yo no tenía nada con ella y que si estaba ahí acostada, era porque estaba esperando a que mi hermana llegara.

No le dije nada de lo que está pasando Ángela. Mi ética profesional no me permite divulgar los problemas de mis pacientes.

Bianca y Nhalinie se habían visto una sola vez, pero sé que ambas se recordaban.

En este momento estábamos sentados en mi cuarto viendo una serie de netflix y comiendo el postre que habíamos preparado.

Ella tenía un suéter mío que le quedaba bastante grande, mejor dicho, le quedaba bien, como el vestido que tenía antes de caernos y embarrarnos de la crema de leche.

Se había bañado y yo se lo había prestado, luego de que ella se bañó, yo también lo hice, me puse un vaquero desgastado y me quedé de nuevo sin camisa.

A ella le había gustado demasiado el postre que hicimos y cada rato se paraba e iba a la cocina y traía más para los dos.

-Dime una cosa Brooks – me tensé en ese momento justo a su lado en la cama – Tú que viste a Mariano antes de morir, cuéntame ¿Qué pasó?

-Me había encontrado con Mariano en la mañana y salimos a tomarnos un café, me comentó de la carrera que tenía, que era muy importante porque Camilo seguía muy endeudado con esa gente y se había dado cuenta que en ocasiones, a ellos no les importaba tanto que él les pagara, sino poder manipularlo a su antojo para conseguir sus cometidos a cuenta de él. - Nhalinie abrió los ojos asombrada por lo que le acababa de confesar.

Ahora que lo recuerdo, creo que hasta hace poco fue que Camilo logró pagarles esa plata, pero esto no debía saberlo ella porque fue así que me volví el enmascarado.

-Bueno, continuando – dije y me metí una cucharada de postre a la boca – le dije a Mariano que tuviera cuidado, que esa gente era peligrosa. Le dije que por favor no fuera y que después miraríamos como ahorrar esa plata para librar a su hermano de eso.

Yo sentía un pálpito extraño en el corazón y se lo dije, pero él no me quiso hacer caso y dijo que iban a matar a su hermano si él no corría esa carrera.