Savannah mentía y los dos lo sabían. Estaban muy a gusto juntos, pero Alex tenía el presentimiento de que ella quería algo que él no podía darle. Enterró los labios en el pelo de Savannah.
—Savannah, tengo que protegerme de ti. Creo que te amo, pero no puedo casarme contigo. Soy un hombre orgulloso y tú siempre estás pisoteando mi orgullo.
Ella se tensó y se alejó de él, lanzándole una mirada tan desdeñosa que Alex se sintió como una cucaracha.
—Creo que nadie ha hablado de matrimonio.
Alex no sabía expresarse bien, pero había algo importante que quería decirle desde hacía tiempo.
—Me gustaría casarme contigo, pero me resultaría imposible estar casado con alguien que disfruta humillándome todo el tiempo.
—¿Qué dices? Tú también me humillas.
—Sí, pero yo lo hago sin querer y tú no. Hay una gran diferencia. Lo cierto es que te crees mejor que los demás. Piensas que eres perfecta.
—Nunca he dicho eso.
—Entonces cuéntame algo malo de ti.
—Ya no soy tan buena guitarrista como antes.
—No hablo de eso. Hablo de algo que tengas dentro, algo que no sea como debería ser. A todos nos pasa.
—No me pasa nada malo, no sé de qué me hablas.
Alex negó tristemente con la cabeza.
—Te conozco, nena. Y hasta que no resuelvas eso, no hay esperanza para nosotros.
La soltó y se dio la vuelta para marcharse, pero antes de que él llegara a la puerta, Savannah comenzó a gritar:
—¡No sabes nada de mí! Que sea dura no quiere decir que sea una mala persona. ¡No lo soy, maldita sea! ¡Soy buena!
—Además, eres una esnob —repuso él, mirándola. —Sólo te importa lo que tú sientes. Hieres a los demás. Estás obsesionada con el pasado y eres la persona más engreída que he conocido nunca.
Por un momento Savannah se quedó atontada, pero luego volvió a gritar:
—¡Mentiroso! ¡Soy buena! ¡Lo soy!
El grito furioso de Savannah hizo que Alex se estremeciera. Supo que ella le atacaría y logró salir antes de que estrellara el plato de tacos contra la puerta.****
Mientras daba vueltas esa noche por el recinto, Laura se dio cuenta de que hubiera preferido seguir actuando con Pablo. Al menos hubiera estado ocupada. Cuando le había dicho que no iba a volver a la pista con él, no sintió ni alegría ni decepción. Le dio igual. En las últimas semanas había descubierto un dolor mucho más profundo que cualquiera que pudiera provocarle con el látigo. Observó el bullicio de la multitud al otro lado del recinto. Después de unos minutos Laura regreso a la caravana y, después de echar un vistazo alrededor, entró en el cuarto de baño. Las toallas eran nuevas y los productos de baño de primera línea, como si fuera un hotel de lujo. Todo completamente nuevo, sin estrenar. Suspirando, llenó la bañera. La ansiedad empezó a desaparecer a medida que se hundía en el delicioso baño de espuma y cerraba los ojos... Era estupendo haber salido del viejo cuarto que rentaba, debía reconocerlo. Pero eso era lo único bueno de la situación. La realidad era que dependía de un hombre que unas semanas antes le había dado la espalda y sospechaba que sus atenciones tenían una intención determinada. De hecho, tenía la sensación de ser una presa pequeña y vulnerable rodeada por un inteligente y enorme predador. Aunque tal vez estaba equivocada y Pablo había cambiado de opinión. No, eso era hacerse ilusiones tontas. Aunque una siempre podía soñar... ¿Se había quedado dormida unos minutos?, se preguntó mientras abría los ojos, sobresaltada. Se había visto a sí misma con un ramo de flores como las que había en el recinto mientras Pablo, frente al altar, sonreía a Savannah antes de ponerle un anillo en el dedo. La nitidez del sueño la despertó. ¿O había sido el ruido de la puerta? En los primeros segundos de confusión, ver a Pablo en la puerta del baño fue como la manifestación de un sueño. Pero esa manifestación no estaba sonriendo.
–¿Se puede saber qué haces?
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Ángel
أدب الهواةLa tierna Laura Vignatti se vio sometida por su padre a tomar una decisión. Tenía que casarse o se quedaría en la calle. Al ver que no tenía opción accedió a casarse,sin embargo,el hombre que la espera ante el altar es un desconocido,que se apresura...