Había llegado a casa después de haber estado la tarde con Gerard. Todavía seguía siendo increíble a mis ojos.
Tendría cosas que contarle a Cara. No porque quisiera, más bien porque estaba seguro de que me estaría haciendo presión constante para que se lo dijera. Después de todo seguía siendo una chica y al parecer eso estaba en su memoria interna, venía programado en todas las mujeres, quizás Mikey me fuera a preguntar lo mismo solo porque él estuvo jodiendo con que habláramos desde siempre.
Y realmente no estaba equivocado.
El mismo lunes a primera hora, Mikey corriendo por los pasillos, como el día donde me anuncio su boda, llegó asustándome con su repentina aparición.
—Frank —me habló.
—¿Sí? —levanté la mirada para poder verlo, como si no hubiera estado asustado hace unos segundos.
—¿Fuiste con Gerard a comprar los trajes es cierto? —sonó bastante emocionado a mi parecer—. Me lo mencionó ayer. Porque le pregunté, realmente —explicó. Sonreí al ver como es que le emocionaba el hecho de que su hermano y su mejor amigo al fin se llevaran bien.
—Sí —contesté—. Pero tranquilo, creo que ya estamos bien. Porque, digo, hablamos bien —le dediqué otra sonrisa.
—Me alegro tanto —abrió los ojos—. No quería decirte, pero, te dije que Gerard era una persona genial. Me dijo que también se sentía feliz —él me miraba con orgullo de que al fin superara el rencor contra su hermano. De cierto modo, la felicidad de Mikey me hacía sentir realmente realizado, como si hubiera hecho la buena acción de mi vida.
—Y, ¿Qué tal las cosas de la boda? —pregunté, simplemente por preguntar.
Sabía que Mikey estaba nervioso ya que la fecha se acercaba, así que más que nada fue un comentario apropósito. No fallé, Mikey se tensó y me reí por cómo es que reaccionó.
—Te veo más tarde, Frank —ignoró mi pregunta y se fue por donde había venido.
[...]
Los días avanzaron y cada vez faltaba menos para celebrar la gran unión de Mikey y Kristin.
No me había vuelto a ver con Gerard más que un par de veces al momento de salir. Era un sentimiento diferente el encontrármelo, no podía evitar pensar 'Ahora es un amigo tuyo, ¿lo puedes creer?'. Era un sentimiento de felicidad conmigo de al fin haber dado ese gran paso.
Cara siguió haciéndome compañía y evidentemente me obligó a decirle lo que había hecho con Gerard, que realmente no era mucho. No quise dar muchos detalles, pero ella se veía emocionada (como siempre que mencionaba al pelirrojo).
Era un fin de semana donde no me encontraba haciendo nada, dudando si tendría que hablarle a Cara para volver a salir a algún lado, pero la paz que me invadía a mí era tan buena que decidí mejor no tocarla y dejar que siguiera inundando.
Me sentía bien conmigo mismo después de tanto tiempo.
Cece y yo habíamos seguido hablando por mensaje, una que otra vez por teléfono. Nadie de mis amigos seguía sin saberlo, pero es que ella se escuchaba feliz y eso también me hacía feliz inevitablemente.
El timbre sonó. Quizás la paz que invadía en mi casa siempre sería siempre interrumpida aunque no quisiera.
Sin otra opción, me levanté desganado de mi comedor, que era donde estaba sentado en silencio. Quizás las bocinas Bluetooth no eran tan mala idea.
Abrí la puerta y me sorprendí que no era mi amiga, era Cece, su cabello corto seguía ahí. Me sentí un poco nervioso simplemente por su presencia, no sabía si eso era algo bueno o algo malo.
—Hola, Frank —saludó y después me sonrió.
—Hola —saludé nervioso, ya que no esperaba su visita para nada. Quizás me había enviado un mensaje diciendo que iría a visitarme y no lo había visto.
—Quizás no esperabas mi visita —dijo, como si estuviera leyendo mi mente—. Pero es que quería verte. No nos hemos visto desde lo del café y no podía esperar a que nos pusiéramos de acuerdo nuevamente —agachó la mirada, pareciendo tan inocente—. Suena tan ridículo, lo sé, pero es que —agitó la cabeza—. Olvídalo, perdón. No debí de haber venido.
—Cece, tranquila —me reí por su actitud que sí logró parecer inocente—. Nosotros estamos bien, ¿Verdad? —le recordé—. Está bien. Puedes visitarme sin problemas —aclaré lo que parecía ser su problema. Claramente no iba a echarla como si nada.
—Gracias, Frank —sonrió con aún más vergüenza y le devolví el gesto. Quería que supiera que ambos estábamos bien, que su presencia no era una molestia, porque nunca lo fue.
—Pasa, tranquila —la invité finalmente y obedeció.
Ahora solamente esperaba a que Cara no decidiera aparecer o llamarme de la nada, porque sería el final de todo. El final de todo que claramente no terminaría bien.
[...]
Habíamos estado hablando tranquilamente en mi sala por bastante tiempo, la verdad es que me sentía cómodo y feliz de volver a tener a Cece frente a mí sin ningún resentimiento hacía ella.
—No quiero verme muy desesperada, pero —pasó saliva—. ¿Has pensado en tú y yo? —preguntó, soltándolo como si nada.
—¿Tú y yo? —repetí, sin entender realmente.
—Sí, sabes —agachó un poco la cabeza—. ¿Qué es lo que somos?
¿Qué era lo que éramos? Pues..., un chico con su exnovia a la cual le había dado otra oportunidad.
Me quedé en silencio, pensando en qué contestar sin sonar tan estúpido.
—Sabes que quiero más que amistad contigo, ¿No? —no me molestaba que fuera directa conmigo, porque así podía entender con más claridad—. ¿Qué piensas?
La verdad es que Cece y yo parecíamos haber vuelto a empezar a construir la confianza entre nosotros mensaje tras mensaje, había olvidado el punto inicial de todo esto, pues le había dado otra oportunidad. Era cierto, por un momento lo había olvidado.
Volver con ella... ¿No estaba mal, o sí?
Como respuesta sólo la abracé y sentí que se tensó.
—Entonces, ¿Quieres que volvamos? —pregunté, como si no me lo hubiera dicho segundos antes. La miré a sus ojos cafés claros. Me miro de vuelta asintiendo y le sonreí, sintiendo que naturalmente era muy bonita.
—Entonces... —dijo, después de estar viéndonos a los ojos un gran rato.
—Entonces —dije igual.
No servía decirlo con palabras, entonces simplemente me acerqué y la besé con un poco de nervios, pero a la vez tratando de parecer un poco seguro y ella me correspondió. No sabía si me arrepentiría de eso después.
Me iban a odiar tanto por lo que estaba haciendo si es que alguien se enteraba.
______
Me dio mucho asco este episodio, de verdad se los juro JAJAJ. No lo releí por lo mismo, así que perdón si hay un error. (En realidad sí lo releí, jeje), odio más a Cece de lo que ustedes pueden hacerlo, es como un virus en mi computador. No la odio por lo que hizo, sino por todo ajsjs. Les confieso que solamente me estresa tener que escribir sobre ella JAJJAJ
Bueno, qué más. Los quiero, fav porque #FrankEresUnPendejo y porque me quieres mucho.
Feliz fin de semana.
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Be nice or go away. [Frerard]
FanfictionEl vecino era todo un cretino. O eso es lo que mi experiencia con cretinos me decía. Aunque no sólo era experiencia, eran hechos, también. Una ex novia, diferentes puntos de vista, eventos próximos... Encontrármelo por accidente y saludar como si es...