—¿Cuánto tiempo llevabas ahí? —me preguntó Janelle.
Para ese momento estábamos todos juntos, sentados en una mesa.
La fiesta había empezado quizás hacía una hora, pero como había estado ahí desde temprano, para mi suerte me quedé dormido esperando a que se hiciera la hora, pero el problema fue que no puse ningún recordatorio o una alarma. Me desperté hasta que mi teléfono sonó por una llamada que entró.
Rápido, desperté y tomé el celular sin fijarme quién marcaba, solamente contesté. Podía oír la música del lugar tanto a través del teléfono como dentro del carro, pero por alguna razón aún no entendía en dónde estaba o qué estaba pasando.
—¿Hola? —contesté exaltado.
—Frank —escuché la voz femenina. Tardé en darme cuenta que era Hayley—. Dicen mis hermanas que dónde estás.
—Dile que todos preguntamos en dónde está —se escuchó otra voz al fondo.
Me quedé en silencio, tallándome los ojos y viendo a mí alrededor. ¿Dónde estaba?
—Estoy en mi carro, creo que me quedé dormido —me rasqué ahora el puente de la nariz.
Pude escuchar como Hayley empezó a reírse.
—Que ya vengas —gritó otra voz.
Aún más confundido, colgué y me salí del carro. Cierto, la boda de Mikey.
Me sentí idiota pero no pude evitar reírme y entré al lugar finalmente.
Después de entrar de nuevo de manera triunfante y ver dónde estaban todos ubicados, se empezaron a burlar de mi y no pude evitar reírme también, últimamente estaba teniendo muchas entradas triunfantes a todas partes.
—No sé, llegué ahí desde que la ceremonia terminó —le contesté a Janelle, ahora que estábamos sentados en la mesa en tiempo real—. Me quedé dormido y ni siquiera me di cuenta.
Todos volvieron a reír, al parecer di un tema de qué hablar por cierto tiempo y un nuevo chiste local.
Estábamos en una mesa redonda; Oliver, Hayley, Janelle, Gerard, Bert, Ray y los papás de Kristin. A veces se paraban a dar vueltas y a sentarse con los de las demás mesas, al igual que los novios.
El lugar era muy hermoso y por suerte todavía había luz del sol, era una gran cabaña y alrededor jardines grandes, estos hacían que de la nada entrara frío.
Había muchas mesas, al igual que invitados y me sorprendí. Todo estaba arreglado de manera increíble, parecía que todo en lo que se había matado Mikey y Kristin días antes había dado verdaderos frutos.
Estuvimos sentados tranquilamente y mi cabeza estaba en paz, más que nada porque evité ver a Gerard que ahora estaba con Bert.
Tenía el constante pensamiento intrusivo de que quizás Bert podría terminar golpeándome contra la mesa solamente por ver a su novio demasiado, así que no me quise arriesgar a esa posibilidad.
Aún no entendía por que Gerard no había dicho de su relación con él cuando yo ya le había preguntado con anterioridad, pero como sea, seguía intentando no pensar mucho al respecto ya que quizás él tenía sus propias razones.
Igual tuve el tiempo para analizar a Bert, se veía como alguien muy correcto, o al menos lo aparentaba de manera perfecta y casi no decía nada, sólo estaba ahí, a lado de Gerard, a veces hablando solamente con él.
—¿Cuándo van a dar la cena? —preguntó Oliver y Hayley le dedicó una mirada, a lo que todos nos volvimos a reír.
—No falta mucho —le contesto ella—. No creo. De todas maneras se supone que tendremos que dar unas palabras para el brindis, quizás en unos quince minutos más.
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Be nice or go away. [Frerard]
FanfictionEl vecino era todo un cretino. O eso es lo que mi experiencia con cretinos me decía. Aunque no sólo era experiencia, eran hechos, también. Una ex novia, diferentes puntos de vista, eventos próximos... Encontrármelo por accidente y saludar como si es...