—¿Qué es lo que pasa por tu cabeza, Frank? —me preguntó Mikey.
Estábamos en un pequeño bar que quedaba cerca del departamento de mi amigo. Solamente él y yo.
Era fin de semana y habían pasado un par de días de que Gerard y yo hubiéramos hablado. No era la gran cosa, eso no, sino que mi mensaje seguía en el buzón de Cece, lo más seguro. Si no había respuesta no me quedaba nada más que creerle a Gerard, algo que me costaría bastante. ¿De verdad tenía que aceptarlo?
—No lo sé, viejo —intenté actuar como si no hubiera estado en silencio todo el tiempo—. Pienso que quiero otra cerveza —Mikey entrecerró los ojos, sospechando de la situación. La chica de la barra al parecer escuchó y se acercó, tomó mi botella vacía y me trajo otra. Hacía algunos meses que no tomaba nada.
—Sé que no quieres que joda, pero me es inevitable —me miró—. ¿Qué tal con Gerard?
—Hablé con él —asentí con la cabeza, para que pareciera que ya manejaba con perfección el tema. No ganaría nada volviéndole a gritar.
—¿De verdad? —al parecer no esperaba esa respuesta de mi parte, porque abrió los ojos de una manera enorme—. ¿Y qué pasó? ¿En eso estás pensando? ¿No me vas a contar a caso? ¿Cuándo pensabas decírmelo?
—Tranquilízate, Michael —me reí—. Solamente creí que no era importante.
—¿Que no era qué? —casi se ahogó con su propia bebida—. ¡Hace unos días me estabas gritando por ello! —sonaba más emocionado que cualquier otra cosa—. ¿Y ahora no es importante? Amigo, no lo creo.
Me reí de nuevo, Mikey era muy adorable. Fue tanto que incluso olvidé por un momento mi mensaje sin respuesta de Cece.
—Perdón por lo del otro día, de verdad. No te lo había mencionado, pero ya. Sí, hablé con él —lo miré de reojo a ver cómo es que reaccionaba, pero solamente estaba atento a lo que fuera a decir—. Es todo.
Pude ver algo de decepción en su rostro al ver que no había dicho nada más.
—¿Y? —hizo más presión—. ¿Ya las cosas están bien? Cuéntame bien.
—Pues, estoy algo confundido —apreté mi cerveza—. Ojalá me fuera sencillo creerle, ¿sabes? Espero que lo entiendas —Mikey no dijo ni una palabra—. Le mandé un mensaje a Cece.
La adrenalina que tenía mi amigo se había ido en cuestión de segundos, los únicos dos amigos que tenía odiaban a Cece. O bueno, no la odiaban, les era insoportable, que es algo parecido. Pero es que yo estaba en una situación algo difícil, solamente estaba haciendo lo que veía correcto.
—¿Crees que Gerard está mintiendo? —Mikey parecía indignado, como si fuera personal—. Frank, por favor.
—No voy a volver con ella —intenté explicar.
—No es eso —interrumpió—. Es que ella es tóxica, es la realidad, Frank. Afróntala.
—Solo quiero estar más seguro —volví a hablar. Ahora me estaba empezando a sentir más inservible, nada de lo que hacía terminaba bien—. Perdóname por ser así. Gerard ni siquiera se molestó.
—Tiene razón —negó con la cabeza—. Gerard tiene razón. Nosotros te decimos algo, pero si quieres creer otra cosa, no es nuestro problema, ¿Verdad? Después de todo, puedes hacer lo que quieras, regresa con Cece si quieres, nosotros realmente te advertimos.
Eso había dolido un poco.
—No va a ser de gran importancia, Mikey —intenté convencerlo, porque ya parecía enojado conmigo—. Solamente... —me detuve. No había con qué convencerlo, de verdad no sabía qué estaba pensando cuando le mandé el mensaje. Todo parecía una mala idea, todo lo era. Quizás por eso mismo Cece me engañó, porque todo lo que tocaba lo arruinaba, no hacía el movimiento correcto.
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Be nice or go away. [Frerard]
Fiksi PenggemarEl vecino era todo un cretino. O eso es lo que mi experiencia con cretinos me decía. Aunque no sólo era experiencia, eran hechos, también. Una ex novia, diferentes puntos de vista, eventos próximos... Encontrármelo por accidente y saludar como si es...