Bajé la mirada para mirar mis pies.
En la noche se podía sentir aún más frío que en el día, aún no terminaba de entender por qué estaba ahí como idiota. Pero bueno, ya había hecho muchas cosas estúpidas estos últimos meses, sin duda esperarme un rato a ver si me encontraba con los chicos de The Used no era de grande magnitud.
Cuando me sentí lo suficientemente ridículo fue cuando decidí irme, pero fue el preciso momento donde empecé a escuchar ruido que venía del lugar.
Al parecer no estaba tan equivocado con mi plan.
Mi barra de esperanza volvió a subir a su tope, sobre todo cuando vi que las personas estaban saliendo por una puerta que estaba a un par de metros en donde yo estaba. Eran la mayoría de los integrantes del resto de las bandas, que finalmente empezaban a salir. Al ver gente sentí demasiada esperanza, ya me sentía como un perdedor y como si tuviera esquizofrenia encima.
Me acerqué un poco más, para ver si alguno de ellos eran los de The Used, sólo para ver qué tanta suerte tenía.
Pasaron un par de segundos y los vi, estaban los cuatro chicos y obviamente con lo que sea que parecía ser su guardaespaldas. Los cuatro chicos hablaban tranquilamente y estaban usando suéteres grandes ya que hacía frío.
Sentí que era el único ahí que no estaba del todo cubierto, sólo esperaba que no me diera algún resfriado, aunque no sentía frío, quizá era el alcohol que había tomado que mantenía mi sangre caliente.
Me acerqué un poco, caminando entre los demás, para mi suerte nadie de seguridad me había visto (o quizás era que la seguridad en realidad no era muy buena, así entonces pudiera ser que hubiéramos podido pasar a bambalinas desde temprano, pero como sea).
Cuando estaba lo suficiente cerca de los chicos (los cuáles no me habían visto), fue cuando fui detenido, era claramente un hombre grande, más grande que yo en todos los sentidos, que se puso como una maldita barrera en frente de mí.
—Lo siento, pero no puedes —me dijo, así solamente, como si supiera a qué se refería. No usó fuerza sobre mí, porque no reaccioné violentamente, obvio. No pensaba hacerlo, pero tampoco pensaba rendirme tan rápido, ya llevaba demasiado tiempo ahí.
—Es que no lo entiende —le hablé, dejándome actuar por impulso, sin realmente pensar qué carajo estaba haciendo y por qué lo estaba haciendo—. Necesito hablar con ellos —apunté con mi barbilla rápidamente.
—Estoy seguro que mucha gente desea hacerlo —fue sarcástico, o algo así.
—Pero, es que los conozco —inventé. Bueno, no inventé del todo, conocía a uno de cuatro, quizá servía aunque sea un poco.
—¿Seguro? —preguntó, aún sonando burlón.
—Sí —asentí—. Si no me cree, puede preguntarle —no sé de donde saqué para decir eso, digo si ni siquiera era amigo cercano de Bert, sólo esperaba que no hiciera como que no me conocía.
—No lo creo —ni siquiera lo intentó—. Le voy a pedir que se retire.
Miré atrás del gran hombre y vi que los chicos ya iban más adelantados, ni siquiera me habían visto o se habían dado cuenta de mi presencia.
—¡Bert! —decidí gritar. Qué carajo me estaba pasando. El gran hombre abrió los ojos, como no creyendo lo que acababa de hacer.
—Joven, por favor, le estoy pidiendo que se retire —seguía insistiendo y fue cuando colocó una de sus grandes manos en mi hombro.
—¡Bert! —volví a gritar, hasta que el chico de los cabellos rubios volteó, escuchando el llamado. Me miró y por un momento se vio confundido.
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Be nice or go away. [Frerard]
FanfictionEl vecino era todo un cretino. O eso es lo que mi experiencia con cretinos me decía. Aunque no sólo era experiencia, eran hechos, también. Una ex novia, diferentes puntos de vista, eventos próximos... Encontrármelo por accidente y saludar como si es...