'Nunca lo había pensado' las palabras salieron de mi boca con un tono burlón. No tenía idea de qué hablaba, pero él estaba ahí, usaba el traje y se veía innecesariamente bien. Tal como lo recordaba.
'¿De verdad?' preguntó, moviendo automáticamente su cabello para quitarse los mechones que llegaron a estorbar. '¿Y qué tal ahora?' su voz salió con el mismo tono que el mío. Él estaba cerca, bastante, pero algo dentro de mí sabía que no era suficiente, que debería de estarlo más.
Como si por arte de magia escuchara mis pensamientos, se acercó aún más. No podía describir su rostro, pero no era capaz de dejar de mirarlo y cada uno de sus detalles.
Los ojos, su nariz y la pálida piel que lo acompañaba, se veía completamente suave. Coloqué lentamente una de mis manos en su mejilla, acariciándolo y no me equivocaba en lo absoluto, cerró un poco los ojos al sentir el contacto, su piel era suave.
Todo era blanco, hartamente brillante.
Rompí la corta distancia entre nosotros uniendo inconscientemente nuestros labios, sólo para satisfacer la necesidad de romper esa separación que no me tenía tranquilo.
Me desperté, un poco agitado queriendo negar lo que acababa de soñar.
¿Qué acababa de soñar? ¿Con Gerard?
Agité un poco la cabeza y miré al despertador. La una de la tarde.
Me levanté de la cama, todavía un poco aturdido por el juego que mi cabeza acababa de jugarme. ¿Realmente significaba algo importante? Pero, si nunca me había sentido atraído por un hombre, ¿Por qué lo haría con Gerard? Muchas preguntas empezaron a invadirme, ¿De verdad estaba sintiéndome atraído por él? O solamente era un sueño sin ningún significado...
El timbre de mi casa sonó. Sentí que había sido más fuerte de lo normal, pero era imposible, los timbres no cambiaban de tono así como así.
Ignorando la pelea mental que tenía, abrí la puerta, siendo inevitablemente encandilado por el sol de la tarde.
—Hola Frank —me saludó Cara. ¿Qué hacía aquí?—. ¡Ya llegué! —sonrió.
—Cara, hoy es la boda de Mikey, voy a estar muy ocupado —torcí la boca, dándole a entender que no podía quedarse o visitarme.
—¿Y qué? —me miró—. ¿Va a ser aquí o qué carajo? —me sonrió débil, me empujó un poco y entró—. No pasa nada, no te distraigo, sólo quería visitarte —se sentó en el sillón—. Qué rápido, aún recuerdo cuando recién hablábamos de la boda en mi casa.
—Lo sé —cerré la puerta, me tallé los ojos y me senté con ella.
—¿Estabas dormido? —preguntó, con la sonrisa burlona.
—Sí —asentí también con la cabeza, lentamente—. No sé cuánto tiempo puedas quedarte, tengo que llegar temprano a la ceremonia.
—No te preocupes por mí, Frank —dijo lentamente. Rodeé los ojos inconscientemente, Cara no tenía remedio.
[...]
Las horas pasaron y me tuve que cambiar mi ropa por el traje, porque cada vez la boda estaba más cerca.
—Qué horrible traje, ¿No pudieron elegir uno mejor? —salí de mi cuarto con el traje puesto y Cara seguía echada en el sillón. Le dediqué una mirada de odio—. Es broma, te ves bien.
—¿De verdad? —me senté una vez más a lado de ella, sonriendo un poco—. Gracias.
—De verdad.
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Be nice or go away. [Frerard]
Fiksi PenggemarEl vecino era todo un cretino. O eso es lo que mi experiencia con cretinos me decía. Aunque no sólo era experiencia, eran hechos, también. Una ex novia, diferentes puntos de vista, eventos próximos... Encontrármelo por accidente y saludar como si es...