Era imposible. Era imposible todo esto, toda esta situación, en la que injustamente me vi envuelto por los últimos días (¿Meses? ¿Semanas?) Realmente no tenía ni una mínima idea de cuánto tiempo había pasado, sólo sufría. No disfrutaba. Por ende no tenía ni idea de la noción del tiempo últimamente.
Era imposible que el mismo Bert McCraken hubiera dejado a Gerard por mí, porque él estaba enamorado de mí. Era imposible porque hacía simplemente un par de semanas que habíamos hablado y me había dicho que no era así. Era imposible.
Era imposible, era imposible que Bert estuviera diciendo la verdad, porque ni siquiera lo habló con Gerard, eran solamente sus instintos. Era imposible que Bert dijera que yo también estaba enamorado de Gerard.
Era imposible, imposible que Bert supiera todo, o que hiciera como que supiera todo, cuando solamente se estaba basando en sus instintos.
El hecho de que él sacara conclusiones tanto de mí, como de Gerard, era confuso. Era imposible.
Lleno de negatividad, dormí ese día.
Se supone que desde el principio iría a hablar con Bert, inventándole que Gerard lo extrañaba y un montón de cosas que me inventaría, para que todo esto dejara de ser mi problema, pero había resultado todo cien veces peor.
Había salido de ahí dudando nuevamente de lo que sabía.
Porque era imposible que Bert supiera. Era imposible que él supiera que en realidad estoy enamorado de Gerard y por eso estoy tan intranquilo. Imposible que Gerard también esté enamorado de mí.
Era imposible.
[...]
Creo que no necesitaba más personas que me dijeran que estaba enamorado de Gerard (no eran tantas personas las que me habían dicho, solamente Cara, Bert y yo mismo. Pero de todas maneras). No importa cuántas personas me lo mencionaran, no podía salir de ahí mismo, de mi limbo.
Era cierto, el dolor, desesperación y estrés empezaban a consumirme a un grado que ya no pude, que quedó fuera de mis manos.
Así que, eso se sentía, ¿No? Estar enamorado de alguien. Estar enamorado de Gerard. El chico que vivía enfrente de mi casa, al que me había dedicado a odiar tanto tiempo.
Tiempo inútilmente utilizado, ya que simplemente se me regresó, como un búmeran. Tanto tiempo odiándolo por lo de Cece, que inevitablemente se me regresó, en estrés y desesperación. Se regresó multiplicado.
De odiarlo a tener sentimientos por él, simplemente sonaba tan ridículo y cliché, que hacía que me odiara más.
Sentía mi corazón latir fuertemente casi siempre, la ansiedad que había desarrollado por todo este asunto era increíble, no podía mantenerme quieto. Estaba nervioso y no sabía por qué. Bueno, sí sabía por qué. Porque me gustaba Gerard y una parte de mi no podía recibirlo bien.
¿Tenía que el mismo Bert McCraken decirme, para así saber que estaba enamorado de Gerard? Al parecer sí.
Sólo me hundí en mí mismo, un par de días más. Me di el lujo de faltar al trabajo para quedarme encerrado en mi cuarto, entre mis cobijas, tratando de aceptar que me gustaba Gerard.
Realmente no sabía si le podía llamar lujo a aquello... Pero como sea. Ya lo había hecho. No me importaba mucho el trabajo ahora mismo.
[...]
Estaba ocupado ahogándome en mi vaso de agua, cuando me entró una llamada.
Ni siquiera me dediqué de mirar el nombre en la pantalla del celular, sólo lo tomé y contesté, con el plan de que el estúpido timbre parara de sonar por todo el cuarto.
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Be nice or go away. [Frerard]
Fiksi PenggemarEl vecino era todo un cretino. O eso es lo que mi experiencia con cretinos me decía. Aunque no sólo era experiencia, eran hechos, también. Una ex novia, diferentes puntos de vista, eventos próximos... Encontrármelo por accidente y saludar como si es...