Be nice or go away. [Frerard]

[04] "¿Unes los hechos o los junto por ti?"

Lo único que sentí fueron ganas de saltar del piso en el que estaba el departamento, pero si saltaba de esa altura, no bastaría para matarme, solamente me rompería en pedazos.

Lo único bueno es que mi vecino ahora tenía un nombre: Gerard.

Hubo un silencio, porque no hice absolutamente nada. ¿Por qué sería? Porque estaba confundido, estaba tratando de unir los puntos, tanto como los puntos falsos que me dio Mikey sobre su hermana. Su hermana, era casualmente mi vecino. Y mi vecino no era más que el que había besado a mi ex novia, ese que no quería verlo nunca más, al que pagaba por no verlo. Ese mismo.

No sabía cómo sentirme, no sabía qué es lo que debía de hacer. Todo era confusión y el enfado que no tardó en hacerse presente.

—¿Frank? —Mikey habló otra vez, haciéndome caer en tierra—. ¿Estás bien?

—Mikey, él es mi vecino —Gerard habló—. Pero nunca habíamos hablado bien, siquiera. Eso creo ¿No? —me miró ahora a mí, esperando alguna respuesta. Sus ojos eran verdes. Solamente verdes, quizás un poco grises, como los de Mikey, pero eso es lo único que transmitían, verdez—. Soy Gerard. Por lo visto eres Frank —me sonrió amablemente y me tendió una mano para que yo la pudiera estrechar, cosa que no hice, solamente miré.

—¿No dijiste que tenías una hermana, Mikey? —le volteé la mirada a Gerard de manera intencional, porque era de lo poco que se merecía. Gerard frunció el ceño confundido y bajó su mano al ver que había sido ignorado.

—Este... —pensó en algo que decir.

—¿Le dijiste que tenías hermana? —habló, entonces le di una mirada rápida. Su expresión mostraba sorpresa—. ¿Mikey?

—¿No era más sencillo? —se rió, nervioso. Tratando de resolver lo que había hecho.

Quería reírme, pero no lo hice, porque no parecía el momento correcto. Tampoco quizás había sido correcto decir eso de un momento a otro, pero no me importaba mucho de lo que fuera Gerard, el cuál abrió los ojos grande, sorprendido por el increíble argumento de su hermano.

—Muy bien —dijo el teñido en voz baja.

—Sí, lo hice, ¿Está bien? —miró a su hermano—. Perdóname —se dejó caer en uno de los sillones—. Perdón, sólo... ¿Me dejas hablar con Frank un poco?

—Está bien —no se quejó más y se pasó las manos por el cabello, movimiento que se me hizo innecesario y me hizo rodar los ojos—. Seguiré allá —apuntó al final del pasillo—. La tele sigue encendida y pues..., alguien tiene que mirarla —me miró una última vez y me sonrió con una sonrisa que apenas se notó, como la misma que me había dado hoy en la mañana.

Cuando desapareció por el pasillo y se metió a algún cuarto encerrándose, me senté a un lado de Mikey. Gerard se veía más afectado por el hecho de que su hermano hubiera mentido, no porque lo hubiera dado como mujer.

—No se supone que tenías que haber dicho eso —empezó a hablar, no sonaba como un regaño, o al menos no lo tomé así.

—Y bueno, se suponía que no tenías que mentirme —contraataqué.

—Perdón —se talló su cara con las dos manos, desesperado—. Es que lo vi correcto en el momento, lo vi muy sencillo. No creí que fuera a pasar a tal tamaño. Pero disculpa por mentirte.

—No importa, ya —intenté restar importancia. Mikey al parecer tomó eso como una disculpa aceptada y torció la boca intentando sonreír, hubo otro silencio. Se podía escuchar el sonido de la televisión que provenía del otro cuarto.