[40] "De verdad"

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Había pasado una semana desde la vez que Cara había interrumpido en mi casa.

Mi vida había avanzado normal, igual, no era como si en una semana pudieran suceder más cosas de las que ya habían pasado con anterioridad. Lo único "interesante" es que había pasado la ridícula Navidad. Seguía sin creer que otro año más quedaba detrás. La vida te consumía sin darte cuenta.

Lo que hice en Navidad no fue gran cosa, casi siempre suelo visitar a mis papás por esas fechas, porque nunca lo hacemos en otro momento del año (cosa que es incorrecta, pero ya se había hecho una costumbre).

Ellos estaban bien, yo también, todos parecíamos estarlo, cosa que me agradaba hasta cierto punto.

Seguía teniendo mi miserable trabajo (pero eso seguía todo normal, todo igual de miserable como de costumbre)

Seguía viendo a Mikey en el trabajo. Él parecía feliz de que al fin yo pareciera estar tranquilo, porque el pobrecillo solamente se la pasaba viéndome sufrir mis crisis, pero nunca sabía el por qué. Ahora que yo estaba más "normal" que antes, él parecía tranquilo, tranquilo de que yo lo estuviera también.

Así que sí, seguíamos siendo los mismos amigos de siempre, pero estaba seguro que era porque él no tenía una mínima idea de lo que estaba haciendo con su hermano. Cuando se enterara que estaba volviendo a estar tranquilo gracias a Gerard no sabría cómo mirarlo a la cara. Nunca me había parado a pensar sobre cómo es que él reaccionaría, quizá podría ser confuso y extraño para él, que su amigo de alrededor cinco años empezara a salir con su hermano mayor. Lo entiendo, era raro para mí también.

Bueno, no se le podía considerar "salir" tal cuál, porque no salíamos de ese círculo vicioso de hablar, vernos y con mucha suerte besarnos.

Gerard... Él estaba bien, o al menos hasta donde yo sabía. Él era como un recordatorio de que había hecho las cosas bien, de que no todo estaba perdido, como la pequeña luz de esperanza en mi vida. Me recordaba que no todo era tan miserable como lo planteaba. ¿Sonaba ridículo si lo decía así? No tengo idea y, tampoco me importa, porque así era.

Tampoco lo había vuelto a ver demasiado en esta semana, después de todo ambos éramos unos adultos ocupados, o algo así. Lo máximo que tenía, era su número y una que otra vez le marqué o él a mí, pero nada fuera de lo lugar.

Así mi vida poco a poco parecía que volvía a tener forma, aunque sea poco a poco... Se sentía tan extraño poder decir que estaba tranquilo, después de casi tres meses.

[...]

El único problema que tenía ahora, era año nuevo.

Estaba a un día de que fuera treinta y uno, quién diría que en primavera era cuando Mikey recién me había dado la noticia que se iba a casar y yo odiaba a Gerard en ese momento. Era tan loco cómo había pasado el tiempo. Ahora estaba ansioso, porque Cara me había metido una estúpida idea a la cabeza la otra vez que vino a visitarme como se le acostumbraba.

—¿Cómo han estado las cosas con tu novio Gerard? —me preguntó ese día. Ya no sabía si lo decía en forma de broma o qué, pero de todas maneras no podía verlo de esa manera. Ya no era una novedad que estaba enamorado del pelirrojo.

Me tallé la frente.

—No es mi novio —dije en voz baja.

—¡¿No?! —casi se ahoga con su propia saliva. Parecía muy sorprendida—. Ahora sí que estoy sin palabras —me miró directamente a la cara, como esperando a que estuviera mintiendo, pero no. Para lástima de ambos no estaba mintiendo—. ¿Y qué esperas? Con lo que me dijiste la otra vez creí que ya habían ido y venido de luna de miel.

Be nice or go away. [Frerard]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora