Pecado Eterno (taylorlautner)

Capitulo 19

"Se puede tener por compañera la fantasía, pero se puede tener como guía a la razón"
Samuel Johnson.

Peter me mira frunciendo el ceño.

-¿estás segura que quieres hacerlo ahora? No es necesario que lo hagas-se que no lo es, pero yo asiento más que convencida de que si es el momento. No me importa nada más que Taylor y su bienestar, el está haciendo mucho por mí y no es justo que tenga que preocuparse más por esto cuando se puede solucionar de una vez por todas.

-estoy lista Peter, así que si no tienes nada que hacer te agradecería que me llevarás a la farmacia-el asiente, cerrando su maletín.

-de acuerdo, vamos Brooklyn-nos levantamos y salimos del Starbucks rumbo al ascensor.
-espero que no le digas nada a Taylor-digo insinuante.

-Brooklyn, Taylor paga mis cuentas por más que quiera ayudarte no voy a mentirle a Taylor y perder a mi mejor cliente-suspiro agotada, por supuesto que no lo iba a hacer.

-¿puedes ocultar la verdad, hasta que lleguemos a la farmacia?-el suspira agotadamente.

-está bien, pero sólo hasta que lleguemos a la farmacia, y espero que todo salga bien y no sufras un ataque de ansiedad o me arrancarán las bolas por poner en peligro tu salud-asiento mientras salimos del ascensor, el abre su auto y subimos en el.

-no te preocupes, me controlare lo mejor que pueda-

-eso espero-el arranca sacándonos del centro comercial y conduciendo rumbo a la farmacia de mis padres.

Cuando llegamos me quedo mirando esa farmacia a la que llevo días sin entrar, tomando fuerzas y diciéndome a mí misma que esto era lo que tenía que hacer.

Abro la puerta del auto y miro a Peter.

-estaré esperándote aquí-me dice y asiento.

-dame veinte minutos-el sabe que me refiero a la llamada que va a hacerle a Taylor diciéndole que estoy aquí.

Niega de inmediato-cinco y es mucho-

-quince minutos-insisto

-Díez y no voy a ceder más-me asegura y asiento.

-hecho-

Dejándolo en el auto, voy a la farmacia y abro la puerta, caminando por los pasillos hacia la caja, mamá sale del depósito y se queda en shock mirándome.

Mi corazón se acelera y tengo que respirar para controlar mis nervios.

-¿qué haces aquí?-pregunta cruzándose de brazos-no eres bienvenida aquí-asiento sabiendo perfectamente eso.

-ya lo sé-me limitó a decir.

-¿entones?-insiste.

-vine a hablar contigo-le digo acercándome a la caja. Pero ella niega de inmediato.
-no tengo nada que hablar contigo, así que vete-la miro realmente furiosa, cruzándome de brazos.

-entonces vas a tener que escucharme porque no me voy a ir-

-llamaré a la policía-