Pecado Eterno (taylorlautner)

Capitulo 46

"Si no sueltas el pasado, con que mano ¿con que mano agarras el futuro?"
Seneca

Mi ceño se frunce y estoy realmente molesta y confundida con todo lo que está pasando, Taylor está recogiendo todo como si lo persiguiera el mismísimo demonio.

-¿pasó algo en casa, Sam, Alex el gimnasio?-preguntó para tratar de entender porque necesitamos irnos de nuestra luna de miel.

-no-se limita a decir mientras sigue guardando todo.

-¿entonces por qué?-

-Brooklyn no tengo tiempo para esto, solo agarra tus cosas y vámonos-me muerdo la lengua sabiendo que quiero seguir preguntando pero lo mejor es que no lo haga, en este momento pero en el avión no se me va a a escapar tendremos largas horas de viaje a casa. ¿Porque iremos a casa no?

 
-¿vamos a casa?-me aseguro de preguntar. Y el solo vuelve a responder con monosílabas.

-si-Bueno supongo que veremos qué pasa cuando lleguemos.

Molesta por tener que interrumpir mi luna de miel cuando se supone que todo estaba bien me acerco a mi maleta y vuelvo a guardar todas mis pertenencias, me molesto aún más cuando veo todos los trajes de baño que se supone tendría que ponerme para mi esposo sin siquiera estrenar. ¡Demonios!

Cuando reviso la hora en mi teléfono son las dos de la mañana, como vamos a conseguir un vuelo a esta hora ¿para Estados Unidos? No sabía cómo pero tampoco iba a preguntar.

 Ya que Taylor estaba siendo un idiota, no sé si es que algo pasaba y no quería decirme para no preocuparme pero es obvio que era algo grave ya que Taylor está muy alterado y si no se trata de Sam ni el gimnasio no sé qué puede ser.

Cuando Caleb llegó nos ayudo a meter nuestro equipaje en el bote y a esas horas de la madrugada salimos de las paradisiacas cabañas para para llegar a tierra firme y subirnos al auto. Eso me llevaba a preguntarme ¿a qué hora Taylor se había levantado? Es obvio que tuvo que llamar a Caleb y preparar todo para irnos y eso no se hace en cinco minutos. Lo miro y él está perdido en su teléfono, sus dedos se mueven sobre la pantalla a gran velocidad en lo que parece ser mensajes urgentes, ¿pero a quien le escribe?

Casi me siento tentada a escribirle a Eva pero rechazo esa idea de inmediato, en algún momento me enteraré de todo esto y espero que sea Taylor el que me lo diga.

Cuando llegamos al aeropuerto nos llevaron a la pista directo y pude ver que volvíamos a irnos en un avión privado. Levantó una ceja y no puedo evitar decir.

-¿de nuevo un avión privado? Esto es realmente costoso-

-es necesario-se limita a decir.

-ya no pienso lo mismo-pero el no responde, Taylor está dejando una buena fortuna en este viaje precipitado, espero que todo tenga una razón lógica.

Salimos del auto y Caleb se encarga de guardar nuestro equipaje mientras nosotros vamos al avión, de nuevo nos espera una amable aeromoza que nos da la bienvenida pero Taylor ni siquiera se toma el tiempo de responderle, entrando al avión precipitadamente. Yo miro a la aeromoza realmente apenada por el comportamiento de mi esposo y le doy las gracias antes de seguirlo. Todos trabajaban lo más rápido que podían para realizar el despegue me doy cuenta porque están haciendo todo a las carreras y la primera vez que viajamos no fue así, esto debe ser obra de Taylor que se encontraba todavía tecleando en su teléfono.

En pocos minutos él piloto nos informó que íbamos a despegar, Y a las tres de la mañana nos encontrábamos en el aire. Taylor llamó a la aeromoza que se apresuró a venir.