Pecado Eterno (taylorlautner)

Capitulo 35

"Dios ha puesto el placer tan cerca del dolor que muchas veces se llora de alegría"
George Sand

Taylor no me llevo a casa, así que me sentí curiosa de a dónde iríamos, mire a través de la ventana, seguimos recorriendo las calles de jersey y poco a poco nos abrimos paso a uno de los hoteles más impresionantes de la ciudad.

-este hotel cuesta una fortuna, en casa también hubiéramos podido tener mucho sexo-

-con Sam y Alex en su estado de drama, lo dudo mucho-me dice el mientras se acerca a la entrada del hotel-además, te quiero para mí solo, mañana te llevaré al instituto, que ellos se encarguen de alimentarse-vaya es una suerte que Sam y Alex se hubieran reconciliado o Sam pasaría mucha hambre.

-no traje ropa para ir al instituto, y mis libros tampoco-el le resta importancia.

-Sam se encargará de tus libros y yo de tu ropa-con eso estaciona frente al hotel donde un valet me abre la puerta con una sonrisa educada. Tay le arroja las llaves del auto antes de tomar la mía y llevarme a la recepción del hotel, casi reía de el chico que salivaba por subirse al Audi. Nunca entendí esa afición de tener un auto lujoso, todos cumplían la misma función básica llevarte de un lugar a otro, así que ¿para que conducir un auto tan costoso y rápido si no puedes correrlo en las calles sin recibir una multa o que suspendan tu licencia? Si solo es por el hecho de presumir que tienes un auto lujoso déjame decirte que eres realmente estupido, así que como ven, Me resulta realmente innecesario.

Tay me lleva s la recepción donde consigue nuestra llave antes de que subamos al ascensor, sus manos se envuelven en mi cintura dándome un cálido beso en el cuello, y me río golpeando su mano.

-cálmate hay cámaras en el ascensor-mi vista se dirige a ella en una esquina del mismo.
-no me importa que vean lo mucho que te amo-

-creí que no me compartirías con nadie nunca-

-no te estoy compartiendo estoy mostrándoles que eres mía-su voz es un gruñido que me eriza los pezones.

-Tay...-gimo cuando muerde el lóbulo de mi oreja y brinco ligeramente cuando el ascensor se abre indicando que llegamos a nuestro destino.

El se aleja con esa mirada pecadora  mientras toma mi mano sacándonos del ascensor. Caminamos por los elegantes corredores hasta nuestra habitación, Tay no demora en introducir la tarjeta, dejándome pasar primero.

Una impresionante sala en tonos crema nos recibe con paredes de cristal que dan vista a la ciudad de jersey me deleito de ella antes de ir al cuarto que tiene una cama de dosel de ensueño con mantas blancas de un algodón lujoso, todo es tan Hermoso.

-esto es muy lindo-

-no tan lindo como tú-su boca va a la mía dejando un beso caliente que me eriza el cuerpo entero mientras mis manos se enredan en su cabello espeso acercándolo más a mi, me deleito con su lengua que me recorre por completo, mientras sus manos bajan a mis pechos apretándolos y arrancándome gemidos, me separo de él en busca de aire mientras sus ojos negros me miran intensamente, mis manos van a su chaqueta quitándola, luego le quitó la camisa antes de que sus manos vayan a mi trasero levantándome y  arrojándome al centro de la cama.

-me estaba divirtiendo-digo con un puchero mientras recorro su pecho con obvio deleite.

-tenemos toda la noche para divertirnos-si, mañana iré agotada al instituto.