Labios De Miel ♥ Aristemo

09

Narra Temo

Ahí estaba Aris, comprando algunas cosas.

–¿Qué onda Aris? Llegaron rápido. Sonreí.

–Sí Temo, mis papás y yo llegamos hace rato, mi papá conduce un poquito rápido. Me dijo riendo.

–¿Y qué vas a comprar?

–Unos panes para mí y mi mamá, mi papá casi no come pan dulce, y mi hermanito está muy chico. Sonrió.- ¿Y tú?

–Vine a comprar...

Demonios, ¿qué iba a comprar? A sí.

–Voy a comprar leche, a mi papá le gusta la que venden acá, así que de esa compro. Dije sonriendo.

–Ah, ya. Pues compra y te espero aquí mismo Temo... ¿No comprarás pan?

–Nop.

Si los confundí queridos lectores... Mi papá me encargó leche de última hora, pero el pan para los sandwiches y el pan dulce los "olvidaré" así le digo a Aris y me acompaña de nuevo, soy un genio jsjsjsjs.

–Entonces toma la leche mientras me cobran a mí, te esperaré afuera del local, ¿va?

–Sí Aris, gracias. Dije sonriendo.

Se acercó al mostrador y fue atendido por uno de los nuevos trabajadores de doña Blanca y don Eugenio.
Tomé la leche necesaria y me dirigí al mismo lugar que él. Me cobraron y al pagar salimos juntos.

–¿Otras carreritas Temo?

–Va. Dije.

Salimos corriendo hasta las escaleras. Al llegar a esa parte detuve a Aris.

–¡Ari, Ari, Ari!

–¿Qué pasó? Dijo defendiéndose en uno de los escalones.

–Oye, pues ya después de todo lo que pasó no pude darte las gracias de todo lo que me contaste de tu familia, y la verdad creo que... Qué tú y yo nos parecemos más de lo que pensé.

–Ah, no te preocupes... Sabes que cuando quieras podemos hablar. Me dijo con una sonrisa cálida.

–¡Ari! Amm... Otra cosa... ¿Te puedo pedir un consejo?

–Sí, sí, sí, dale, dale. ¿Qué pasó?. Me dijo.

–Bueno... Es que, es que no sé cómo hablar con mi papá...  Y bueno... De lo que me gusta.

–Mmm... Okay, sé que parece súper difícil, pero dile cómo te sientes, tú dile lo que te preocupa y el porqué te sientes así. Es tu papá, él te quiere Temo, y te va a aceptar tal y como eres. Me dijo.

Creo que sus palabras son muy sabias, quizá está en lo cierto.

–Pues bueno... Eso espero. Le dije.

–No, no no. No esperes, así va a ser, te lo juro.

–Nos vemos mañana, ¿va? Me la pasé súper contigo hoy. Me dijo subiendo la escalera.

¡No puedo creer que haya dicho eso!

–¡Ari! Yo también. Le dije con una sonrisa.

Me devolvió el gesto y subió las escaleras.

No puedo creer que Aristóteles acaba de decir eso, nunca nadie me decía que la pasaba chido conmigo, sólo Diego, pero con Aris me sentí aún mejor... Es el chico que me está gustando, no cabe duda de que estamos haciéndonos más cercanos cada vez.

Caminé con una amplia sonrisa por todo el edificio hasta llegar a mi casa, ahí estaban mi papá y mis hermanos.

–¡Ya llegué!