Capítulo 3: ¡¿MI AUTO COBRO VIDA?! 🛸

1.7K 157 16
                                    

Hoy presentamos:" ¡¿MI AUTO COBRO VIDA?!"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hoy presentamos:
" ¡¿MI AUTO COBRO VIDA?!"

(Unas cuantas horas después)
Narra __:

-no puedo creer que te arrestarán.- canturreo mi padre enojado.

Los dos salimos de la comisaría hacia el carro de mi padre. Él estaba sumamente molesto por lo que había pasado anoche.

-te compre un auto porque creí que eras responsable pero no... ¡Te largaste todo el día de ayer a quien sabe dónde y no fuiste a clases!- me reclamó enojado.-¡Después llegas a altas horas de la noche y te escapas a la mitad de la noche y te metes a propiedad privada! ¡¿Qué tenías en la cabeza cuando pensaste en hacer esto?! ¡Y además perdiste el auto que te compre!

Me encogí de hombros. La verdad era que no le había dicho a nadie nada de lo que había visto anoche, solo le había inventado al oficial que habían robado mi auto. Ya que en parte era verdad. Le había dicho al oficial que había seguido al ladrón hasta esa fábrica abandonada. No les había dicho nada sobre qué mi auto se trasformaba. No era tonta para decirlo, porque todos me iban a creer loca.

Me metí al carro de mi padre y él se dio la vuelta y entro al otro lado. Vi como encendió el motor y luego arranco.

-vas a estar castigada por meses créeme. No puedo creer que tú te estés comportando de esta manera. Antes no eras así.

No le respondí nada. No tenía caso explicarlo, de cómo quiera no me iba a creer si le contaba la verdad. Mire por la ventana y recordé a mi auto trasformándose, se parecía mucho a uno de los robots de mis sueños... Era sorprendente.

-me estás escuchando.- me dijo mi padre molesto.- después de que lleguemos a la casa te vas a dar un baño y te voy a llevar a la escuela. No me importa que llegues tarde. Ya no vas a volver a faltar a clases créeme y yo me voy asegurar de eso.

Me encogí de hombros por su tono tan severo. Se habían acabado mis escapadas al bosque a escondidas.

Después de unos minutos conduciendo llegamos a casa. Salí del automóvil sin mirar a mirar a mi padre y salí corriendo hacia mi cuarto, me encerré en el ignorando los gritos de mi padre para que no me tardará mucho. Honestamente no quería ir a la escuela. Quería quedarme en casa.

Me retire de la puerta y mire por la ventana, por alguna razón intuía que iba a ser un día de miarda.


Minutos más tarde:

Baje del carro de mi padre y cerré la puerta de un portazo, este me miro con una mirada severa y me encogí de hombros.

-trata de no meterte en problemas.- me dijo con seriedad.- hoy vamos a llegar tarde a casa. Vamos a estar fuera hasta las once. Tienes prohibido salir de la casa. Si te vas tu hermana me lo dirá.

LA PROFECIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora