capítulo 53

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Narra Roi: Me pareció escuchar a Ana, aún estaba algo aturdido, así que me fijé y allí estaba. La tenía justo debajo y mi cabeza estaba apoyada en su pecho. Me levanté e intenté incorporarme. Pero me di cuenta de que ambos estábamos desnudos. Intenté no fijarme pero fue inevitable, era preciosa.
Ana: ¿Estás bien?
( Roi estaba embobado)
Ana: ¿Hola? Tierra llamando a Roi.
Roi: Eh, sí, perdona.
Narra Ana: Me di cuenta de que Roi estaba mirándome. Su cabeza había quedado a la altura de mi pecho y cuando se incorporó, noté que estaba desnudo. En ese momento, me dio mucha vergüenza ya que nunca había visto a Roi de aquella manera, pero tampoco me importó. Era extraño pero llevaba unos días que necesitaba tener a Roi a mi lado. Me había ayudado tanto con lo de Jadel y con lo del brazo, que no sabía si lo que sentía era gratitud o que empezaba a verlo como algo más. Cuando me dio el beso en casa de los javis, noté algo que no sentía desde hacía tiempo, pero no quería precipitarme.
Ana: (medio riéndose) Vaya hostia nos hemos metido.
Roi: Ya ves, yo salía a buscar un toalla y no te vi.
Ana: Pues yo no sabía que estabas aquí, así que iba a ducharme
Roi: Vaya dos (empieza a reírse)
Ana: Sí. Oye, sería mejor que nos levantáramos y nos tapáramos un poco.
Roi: (pega un bote) Dios, sí. Perdona.
(Se levantaron los dos, Ana había dejado la toalla un poco más atrás. Intentaron taparse, pero ambos ya se habían contemplado)
Roi: (vergonzoso y mirando al suelo) Vo...voy a busucar la toalla.
Ana: Yo también voy a coger la mía...
Narra Ana: Vi como Roi se acercó para ir a buscar su toalla, pero mi cuerpo no reaccionó y no me aparté. Nuestras miradas se cruzaron durante un rato largo. En ese momento, solo tenía ganas de darle un beso, pero sabía que no debía hacerlo.
Narra Roi: Cuando fui a buscar la toalla, noté que Ana no se movió y nos quedamos mirando a los ojos. La tenía justo allí, desnuda y mirándome con complicidad. Esta vez era yo quién tenía que decidir qué hacer...

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