capítulo 60

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Narra Amaia: Ya lo tenía todo preparado. Estábamos todos en Barcelona. Después del último concierto antes de las vacaciones, nos vinimos para salir desde aquí y aprovechar más el día. Yo estaba algo triste por Alfred. No sabía que iba a hacer, se había ido a la reunión con el organizador del concierto. Antes de eso, se había despedido con un beso largo y con un te quiero, dándome a entender que posiblemente no lo vería en un tiempo. Roi me avisó para venir a buscarme. Íbamos en dos coches. Cepeda y Aitana iban en uno y luego Roi, Ana y yo en otro.
Roi: Sister, estamos abajo ya.
Amaia: Vale, ya bajo. (Cogió todas las cosas, bajó y se subió al coche)
Ana: ¿Preparada para las vacaciones?
Amaia: Sii... (Bajó la mirada)
Roi: (mirándola a través del retrovisor) Va sis, seguro que viene.
Amaia: No sé yo. No ha hecho la maleta...
(En ese momento, llegan Cepeda y Aitana con el coche. Acabaron de prepararlo todo y fueron hacia la casa. En el camino, Amaia le mandó un mensaje a Alfred)
Amaia: Hola ¿Cómo va todo?
Alfred: Hola titi. Estamos negociando.
Amaia: ¿Eso significa que has aceptado?
Alfred: Mmm, más o menos :)
Narra Amaia: Cuando me puso eso me entraron ganas de decirle a Roi que diera media vuelta y me llevara a casa. Sabía que me lo iba a pasar bien, pero no sería lo mismo sin Alfred. Bajé la mirada e incluso se me escapó alguna lágrima. No le puse nada más, tampoco sabía que ponerle.
Ana: Amaia, no estés así, va.
Amaia: Me acaba de poner que lo ha aceptado
Ana: Bueno, piensa en las fiestas que nos vamos a pegar todos. Lo vamos a pasar genial
Amaia: (hace un suspiro) Eso espero
(Llegaron a la casa. Era enorme, tenía dos plantas. Arriba había 3 habitaciones dobles, dos baños y una terraza chill out donde había un jacuzzi. En la planta de abajo, había un comedor enorme que ocupaba casi toda la planta baja. La cocina estaba incorporada en una de las esquinas del comedor. Era muy amplia y tan solo la separaba del comedor una mesa alta. También había un par de baños y una habitación más con la función de almacén. Por último, el jardín era lo más alucinante. Tenía una gran piscina, otro jacuzzi y unas vistas impresionantes a la cala privada)

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