Capítulo 200 y 201

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Narra Aitana: Acabamos de recoger las maletas. Sinceramente, me daba pena. Todo lo que vivimos esos días en esa casa (tanto lo bueno como lo malo) nos había marcado muchísimo. Iba a ser difícil olvidarse de aquella aventura, pero sabía esto era solo el comienzo de una larga historia.

Cepeda: ¿Te pasa algo?
Aitana: No. Nada grave. Es solo que estoy melancólica, nada más.
Cepeda: Es normal. Lo de estos días ha sido muy intenso.
Aitana: Sí. Parecía que estuviéramos otra vez en la academia.
Cepeda: Totalmente. Vaya experiencia, nunca se me olvidará.
Aitana: Ni a mi (paró un segundo y cogió aire) Bueno, voy a ducharme que se me vienen cosas a la cabeza y me voy a poner a llorar.
Cepeda: (se ríe) Vale, te espero.

Narra Ana: Vi como Amaia bajaba las escaleras riéndose. Le preguntamos cómo había ido y ella nos contestó que estaban recogiendo las maletas y que se tenían que duchar. Nosotros decidimos hacer lo mismo. Cuanto antes nos arregláramos, antes iríamos a comer. Alfred y Amaia se fueron a su baño y yo subí hacia la habitación. Roi se metió en la ducha y yo me quedé recogiendo la maleta. De repente, encontré algo en el armario que no había visto antes. Lo cogí y lo observé para ver de qué se trataba. Parecía una nota. La intenté abrir y leerla...

Roi: ¿Qué es eso?
Ana: Dios, qué susto. No lo sé, iba a ordenar la maleta y lo encontré en el armario...
Roi: Parece una nota ¿De quién será?
Ana: No lo sé, quiero leerla a ver que es...

Narra Ana: Empecé a leer la carta y me quedé a cuadros. No podía apartar la vista de aquel escrito. Roi estaba a mi lado, si parpadear, contemplando mi reacción y esperando su turno para poder echarle el ojo. Cuando acabé, dejé la nota encima de la cama y yo me senté con la mirada perdida, asimilando todo lo que acababa de leer. 


Capítulo 201


Roi: (coge la nota de la cama) ¿Puedo?

Ana: (Con los ojos bien abiertos, sentada en la cama) Claro...

Roi: Me da un poco de miedo, por tu reacción... pero va, allá voy (la cogió y empezó a leerla)

Ana: Cuando acabes, dime qué piensas al respecto. Yo no sé qué decir, la verdad...

Roi: (acabó de leer la carta y la volvió a dejar encima de la cama) Pues yo tampoco lo sé... ¿qué significa esto?

Ana: Estoy desconcertada.

Roi: Yo también...

(Llaman a la puerta)

Amaia: ¿Os queda mucho?

Ana: No, ya vamos (mira a Roi) Deja la nota, luego hablamos...

Roi: Pero esto deben saberlo los demás.

Ana: No sé si es buena idea, tal y como está todo.

Roi: ¿Y cuando será el momento? ¿Cuándo Amaia y Alfred estén fuera del país? ¿Cuándo Aitana y Cepeda se vayan a vivir juntos? Ya no habrá vuelta atrás...

Ana: No creo que sea para tanto, Roi...

Roi: O sí. Esto nos implica a todos, Ana. Creo que lo mejor será decirlo cuanto antes, mejor.

Ana: Haz lo que quieras...

(Recogieron y salieron. Fueron a comer a un restaurante del pueblo. Cuando acabaron, dieron una vuelta. Encontraron una heladería, se pidieron algo para comer y se sentaron todos en un banco del paseo marítimo)

Aitana: (cerrando los ojos y mirando hacia el cielo) Qué paz

Amaia: Pues sí. Es precioso el lugar.

(Roi estaba sentado, comiendo su helado mientras miraba el suelo. Ana se dio cuenta, estaba preocupada. Pero no quería alarmar a los demás, estaba esperando a que fuera Roi quien empezara a hablar)

Cepeda: Tío ¿Estás bien?

Roi: Sí.

Cepeda: Yo diría que no, estás rarísimo desde que hemos salido de la casa.

Roi: (miró a Ana y ésta asintió) Esta bien, me pasa, me pasa que... bueno, es mejor que leáis esto y saquéis vuestras propias conclusiones (les enseñó la nota) Se la ha encontrado Ana en el armario, no sabemos aún quien la ha escrito...

Cepeda: Esta letra es de Mimi, o eso creo

Ana: Eso pensé yo al leerla, pero no quería precipitarme.

Aitana: ¿Pero esto es cierto?

Ana: No lo sé... hablaré con ella

Amaia: Si esto es verdad significa que no podremos hacer nada de lo que teníamos pensado...

Cepeda: De momento no.

Alfred: Uff que marrón...

Novela ot friendsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora