✴ TREINTAISIETE ✴

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Capitulo dedicado a AlysaAdmes

Pediré disculpas a Alysa porque en este cap use su nombre sin pedir permiso para un personaje pero todos los derechos para ella xd




🐈




Bang Alysa jugaba sudoku en los ratos en los que la recepción era mucho más floja. La mayoría de los húespedes que se hospedaban en el motel salían muy temprano y regresaban muy tarde en la noche. Mientras que aquellos que solo iban de paso llegaban alrededor de las nueve y once de la noche por lo que el intervalo entre el medio día y las cuatro de la tarde era lo que ella llamaba "la hora muerta".

Su trabajo en aquel motel que en realidad era uno de lujo el cual sólo algunos cuantos se daban el placer de costearse, consistía en reservar habitaciones, responder llamadas y soportar a los húespedes que se creían jodidos dioses caminando entre simples mortales. A lo largo de sus tres años trabajando en ese lugar había llegado a ver todo tipo de personas entrar y salir. Viejos magnates, importantes empresarios, extranjeros, viudas adineradas y un largo etcétera. Sin embargo, jamás imaginó tener algún día la dicha de ver entrar a Kim Taehyung, el modelo del momento en Corea, entrar de la mano de un desconocido.

Alysa lo reconoció apenas verlo llegar pero no pudo identificar al chico alto y fornido que cubría su cabeza con un caluroso gorro de lana y vestía una horrorosa chaqueta larga que le llegaba hasta los tobillos.

Pero aquella vestimenta no engañó a Alysa, sabía que probablemente el acompañante de Kim Taehyung sería algún otro modelo o actor importante intentando ocultarse bajo aquella fea fachada.

—Buena tarde, sean ustedes bienvenidos al motel Grand Pearl ¿en qué les puedo ayudar?– Alysa adoptó su tono servicial cuando Kim Taehyung se detuvo frente a la recepción.

—Tomaremos una habitación– dijo Taehyung.

—Claro ¿con dos camas individuales?–.

—Solo una...– Taehyung hizo una pausa larga, mordiendo su labio inferior y lanzando una mirada insegura a su compañero —que sea grande, si, la habitación con la cama más grande que tenga–.

Alysa asintió y tecleó en busca de lo solicitado sintiendo cada vez más curiosidad por descubrir la identidad de aquel hombre que se había quedado a pocos metros de Taehyung observando con detenimiento el canario de decoración que tenían cerca de la entrada.

—¿Tiempo definido?–.

—Dos horas... ¡Que mejor sean cuatro!– corrigió de inmediato.

Alysa tragó un grito, lanzando disimuladas miradas hacía el desconocido que le daba la espalda.

—¿Algo extra para su estadía?– preguntó sin abandonar el modo profesional.

Taehyung dudó antes de asentir.

—Almohadas, cinco éxtras y dos toallas grandes– mientras Alysa seguía tecleando, Taehyung volvió a hablar esta vez un poco más bajo. —¿Las habitaciones están acondicionadas con condones y lubricantes?–.

Alysa estuvo a punto de soltar un grito modo fangirl pero se contuvo, mordiendo su mejilla interna hasta casi hacerla sangrar.

—Le enviaré unos cuantos– logró responder sin que le temblara la voz de la emoción. —¿Sería todo?–.

Taehyung asintió sonriendo, Alysa le dijo el monto a pagar justo cuando el compañero desconocido giraba y caminaba hacía ellos de forma pausada y medida. Sus pasos eran sigilosos y equilibrados, pensó Alysa y esta vez le fue imposible no soltar un jadeo cuando tuvo más cerca al chico.

Claro, la ropa lo hacia lucir horroroso pero su cara era digna de admirar. Era un joven de facciones ligeramente delicadas sin rayar en lo femenino. Su mandíbula dibujaba una línea perfecta, sus ojos eran oscuros y profundos, consumidores y calculadores. Por un momento Alysa tuvo el sentimiento de estar siendo observanda por un felino. No alcanzaba a ver su cabello pero podía ver algunos mechones negruzcos bajo el gorro, su piel era blanca y parecía suave pero algo le decía a Alysa que ese tipo era de todo, menos suave.

—¿Forma de pago?– logró mantenerse al margen y seguir con su fachada de empleada del mes.

—Tarjeta de crédito– dijo Taehyung y sacó la misma de su billetera para luego entregarla a manos de Alysa quien rápidamente se dispuso a cobrar.

Su compañero se acercó por su espalda alzando el cuello para alcanzar a ver lo que Taehyung hacia, recargando su barbilla en el hombro del modelo quien se tensó ligeramente nervioso ante la cercanía.

—¿Y eso?– preguntó.

—Estoy pagando– Taehyung se aclaró la garganta.

—¿También sale dinero de ese plástico?– se sorprendió el otro.

Taehyung contuvo una risita nerviosa y giró el rostro lo suficiente como para poder ver a su compañero a la cara.

—Estás muy cerca– se quejó.

—En unos minutos estaré mucho más cerca que esto, tan cerca que ensuciaras mi barriga y rasguñaras mi espalda para hacer que vaya más adentro hasta que podamos estar mucho, mucho más cerca todavía–.

Alysa se tropezó cuando volvía con la llave de la habitación en mano.

Taehyung enrojeció, agachando la mirada pero su compañero ni siquiera se inmuto y en cambio pasó la punta de su nariz por la oreja rojiza del modelo, olfateando y mimando en esa zona.

—S-su firma– Alysa carraspeo para poder mantener el control, Taehyung firmó de manera apresurada, sin dirigirle la mirada —su llave–.

—Gracias– Taehyung tomó la tarjeta electrónica que la hacia de llave y tiró de su compañero para casi correr al ascensor.

—Disfruten su estadía– alcanzó a decir Alysa antes de que las puertas del elevador se cerraran.

Black Cat •• KOOKVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora