EXTRA 02: YOONMIN

27.5K 2.9K 1.5K
                                    

«Esto ocurre poco después de que Jimin confesara haber sido un perrito»




Yoongi salió del cuarto de baño envuelto en una toalla rodeado por el vapor y el aroma a jabón y champú. Su cabello aún iba goteando cuando entró a su habitación y se detuvo al observar a Jimin durmiendo placidamente sobre su cama. El chico llevaba una de sus camisas y un diminuto bóxer rojo que apenas alcanzaba a cubrir lo necesario. Se encontraba boca abajo con los labios medio abiertos y el cabello revuelto.

—Despierta– lo llamó —¿por qué sigues entrando a mi habitación si tienes la tuya?– se quejó.

Se acercó al chico y lo empujó ligeramente. Jimin frunció el ceño entre sueños y murmuró un par de palabras inentendibles mientras rodaba quedando boca arriba. La camisa que llevaba no iba abotonada por lo que se abrió por completo dejando al descubierto la piel suave de su abdomen y vientre.

Pero nada de eso llamó tanto la atención de Yoongi más que la cosa extraña que salía del interior del bóxer. Un palo de silicón en forma de patita de perrito color rosa que parecía estarlo saludando. El elástico del bóxer apenas podía sostener lo que evidentemente era un vibrador, la tela se veía húmeda y pegajosa.

Yoongi desvió la mirada a sus sábanas encontrando rápidamente la pequeña mancha cerca de su almohada. Él había cambiado sus sábanas apenas esa mañana.

—No sé si excitarme o molestarme– suspiró aún observando el vibrador en forma de patita de perro.

Caminó un poco más cerca de Jimin y lo empujó de nuevo, ésta vez sin cuidado hasta hacer que cayera por el borde de la cama. El cuerpo del chico cayó al suelo con un ruido parecido al de un costal de papas desplomándose. Yoongi hizo una mueca, decidiendo que se le había ido la mano.

Jimin se incorporó medio aturdido, medio dormido y lanzó una mirada alrededor hasta enfocar a Yoongi con ojitos perezosos.

—¿Qué?– preguntó molesto luego de reaccionar debidamente, abultando el labio inferior —también tengo mis necesidades– se defendió.

—Podrías atenderlas en tu propia habitación– Yoongi se cruzó de brazos intentando verse más molesto de lo que en realidad estaba.

—Quería algo que oliera a tí– respondió el otro con mucha honestidad.

Yoongi se hubiera atragantado si hubiese estado bebiendo algo. Jimin siempre era honesto pero últimamente se le estaba pasando la mano con la honestidad desde que le había contado sobre su pasado.

—Ajá– asintió —pues a la otra te doy un calcetín–.

Jimin soltó una risita burlona.

—¿Por qué mejor no me das otra cosa?– preguntó.

Yoongi observó la manera en la que las mejillas del otro ardían en un tierno color rosado. Parecía tan jodidamente adorable que incluso parecía una broma que en el fondo fuera tan...

—Mejor ve a tu habitación a dormir y dejáme terminar aquí, debo ir al consultorio– lo apresuró.

Jimin hizo una mueca antes de ponerse en pie y quitarse la camisa que llevaba. Los ojos de Yoongi quedaron enganchados a tanta piel expuesta. Jimin tomó el elástico del bóxer rojo y lo bajó de un tirón dejando al descubierto algo que Yoongi no le había visto antes.

—Es pequeña– fue lo primero que dijo.

—Pero ésto no– Jimin se manoseó el culo con ávidez —creo que ya es hora de hacerlo, hemos vivido juntos todo un año y aún no pasa nada– continuó, ahora haciendo puchero.

Black Cat •• KOOKVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora