Black Cat •• KOOKV

✴ CUARENTAIDOS ✴

Capitulo dedicado a -C0CKY ♥

Aquí empieza el maratón prometido! Serán cuatro capitulos así que disfruten 7v7r

🐱

—No he vuelto a ser gato desde que quedé preñado– explicaba el hibrído de gato cuyo nombre al parecer era Eight pero prefería ser llamado Minghao lo cual era raro. —Han pasado cinco meses–.

—Entiendo– dijo Taehyung pero algo me hacia creer que en realidad no entendía nada y sólo asentía para aparentar.

Nos encontrabamos en una cafetería de esas con olores penetrantes que hacen pastelillos en forma de peces pero en realidad saben a vainilla. ¿Por qué hacen ese tipo de comida? Es como comprar un agua de tamarindo que sabe a limon pero es de piña.

—Yo... Tengo miedo– confesó el felino con ojos temerosos, sus manos se movían impacientes sobre su vientre.

—¿Por qué?– Taehyung imitó por instinto los movimientos circulares.

—Junhui se siente culpable, él jamás imaginó que algo así pasaría, quiere llevarme al médico pero sería raro, los humanos me tomarían por fenomeno y quizás me quieran quitar a mi cría–.

—Cierto– asentí.

—¡Kookie!– Taehyung me reprendió con mirada severa —no te preocupes, tenemos un amigo que podría ayudarte, él está algo así como investigando todo esto–.

Minghao no parecía entender, buscó mi mirada y de nuevo el vacío de sus ojos me incomodó. El sentimiento de que algo malo pasaría rondó mi mente pero lo alejé.

—¿Todo?– repitió.

—Hay más como ustedes– Taehyung tragó saliva —no hablé mucho con él pero mencionó algo sobre “mascotas perfectas”–.

Ladee la cabeza, esa conversación empezaba a parecer aburrida. Quería salir de ahí, volver a casa y terminar lo que había empezado con Taehyung esa mañana, ya saben, todo el asunto de follármelo hasta dejarlo medio lisiado. Soy todo un poeta.

—...ella es un conejito y buscaba a su humana, espero que Seokjin haya podido ayudarla– Taehyung seguía hablando —hasta ahora han aparecido tres de ustedes pero a este paso es probable que encontremos muchos más–.

Eso no suena muy bien.

¿Y si el idiota de mi humano encuentra una verga más grande?

Recorrí al sujeto que permanecía sentado frente a nosotros. Con su rostro parcialmente cubierto por su cabellera negra y el gorro de pana, sus rasgos no parecían muy masculinos pero sin duda era macho. Su vientre se perdía un poco bajo la tela holgada de su ropa cuando estaba sentado, era más fácil notar su embarazo cuando se ponía en pie.

—Debo volver– anunció —Junhui debe estar preocupado, me pidió que no saliera de casa–.

—¡Espera!– lo detuvo Taehyung.

Deja que se largue.

—¿Podrías darme tu número? Si es que tienes–.

¡Está intentando ligar frente a mí!

—No tengo, pero podrías darme el tuyo, le pediré a Junhui que llamé por mí–.

¡Y éste idiota le sigue el juego!

—Claro– Taehyung se apresuró a escribir su número en una servilleta y se lo dio con una sonrisa. —Dile a tu...– hizo una pausa mientras observaba el vientre —espo... Novi... Parej... ¡Humano! Que puede confiar en nosotros, nuestro amigo puede revisarte– concluyó sonriendo.

Minghao asintió, sus facciones no revelaban nada. Vacío, todo en él era vacío y el sentimiento desagradable perduraba casi tanto como el aroma dulce que desprendía.

—Se lo diré– aseguró antes de salir del lugar.

—¿Kookie?– Taehyung finalmente se digno a verme —¿pasa algo?–.

No respondí, en cambio me impulsé al frente, sujeté su barbilla con fuerza y lo besé asegurándome de morder. Taehyung soltó una queja que fue interrumpida cuando mi lengua entró recorriendo el paladar haciendo que su cuerpo temblara y se relajara. Taehyung era muy fácil de provocar, un sólo toque en el punto preciso y podía sentirlo derretir en mis brazos.

Mío. Mío. Mío.

Jamás había sabido lo posesivo que era hasta que sentí la necesidad de demostrarle a todo mundo que ese chico tanto era mío como yo de él.

—¿Tae?– una voz desagradablemente conocida nos sacó de la pequeña burbuja erótica que habíamos creado tan sólo con un simple beso.

Taehyung se separó dejando un chasquido al momento en que nuestros labios rompieron el toque. Con mejillas rojizas y mirada apasible, alzó la vista.

—¿Minho...?– soltó en un murmullo.

Justo ahí, cuando sus ojos se abrieron, iluminados, acuosos, su cuerpo se desarmó y su pulso aumentó visiblemente supe que no, Taehyung no era tan mío como yo creía, al menos su corazón no lo era.