✴ SESENTAIDOS ✴

28K 4.4K 1.7K
                                    

Capitulo dedicado a Yami_122



🐈



Tengo recuerdos de una gata de pelaje negro con patas blancas y ojos verdosos. Su nariz era muy rosa y sus bigotes largos. Ella solía tomarme del cuello y llevarme a todos lados asegurándose de no lastimarme. Recuerdo vagamente haber peleado con mi hermano y hermana pero recuerdo más que nada el hambre.

Cuando mamá fue en busca de comida y nunca volvió supe que nos habíamos quedado solos. Intentamos mantenernos unidos pero no paso mucho tiempo antes de ser atacados por perros callejeros. Uno de ellos atrapó a nuestra hermana y en medio de gritos aterrados y lamentaciones la vimos ser despedazada.

Mi hermano se mantuvo cerca y ambos crecimos cuidando uno del otro. Pero entonces el verano se convirtió en otoño y el otoño en invierno, la temperatura se convirtió en nuestra enemiga y antes de darme cuenta, una mañana al despertar mi hermano ya no se movió y por un momento pensé en comerlo. Tenía tanta hambre que en verdad pensé en hacerlo.

Mientras crecía y aprendía a sobrevivir en las calles, no dejaba de preguntarme;

¿Por qué? ¿Por qué nos abandonaste, humano? ¿Fuimos desobedientes? ¿Ya no nos querías? ¿Hicimos algo malo? ¿Aún te acuerdas de nosotros? ¿Volverás por mi algún día?

Y cuando el tiempo pasó olvidé muchas cosas. Olvidé su nombre y su rostro. Olvidé a la madre que me había traído al mundo y a los hermanos que había dejado atrás. Olvidé todo lo que había vivido en el pasado y me dediqué a navegar por aquel oscuro mundo humano pensando que todos eran mis enemigos, sin confiar y siempre temeroso de ser herido, rechazado.

Y entonces la luz llegó a mi en forma de sonrisas y suaves caricias a manos de un humano que más que salvarme, se convirtió en mi mundo.

Ahora podía recordar el rostro de mi primer dueño. El humano alegre que jugaba con nosotros, a quien le gustaba que durmieramos a su alrededor y nos regañaba cuando mordiamos sus calcetas. Yugyeom había sido un gran dueño y yo lo quería mucho, lo quería tanto que su abandono me dolió hasta lo más profundo. Creo que aún seguía queriéndolo.

Verlo frente a mi fue como una bofetada. Recordar todo aquello que creía perdido fue doloroso pero me hizo consciente de algunas otras cosas que había ignorado.

—¿Estás bien?– preguntó Yugyeom, con preocupación.

Asentí y me incliné al frente hasta abrazarlo. Él se tensó pero rápidamente se relajó y me dio unas suaves palmaditas en la espalda. Eso era lo último que obtendría de él.

Me alejé rápidamente, sonriendo.

—Tengo a alguien, su nombre es Taehyung y es lo mejor que me pudo haber pasado– expliqué —él me quiere y me cuida, me alimenta y me llena de amor. Es muy bueno, igual que tú–.

Yugyeom no entendía de lo que le hablaba pero aún así asentía a mis palabras.

Te quiero, humano pero lo quiero muchísimo más a él.

—Adiós, Yugyeom– me puse en pie —espero no volver a verte nunca más, sé feliz–.

—Igualmente... Creo– respondió dudoso.

Black Cat •• KOOKVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora