2.La sentencia de muerte

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A la mañana siguiente, en el comedor, durante el desayuno, solo se encontraba Johanes y Louis. En los primeros momentos se abstuvo de preguntar por su madre, creyó que estaba un poco retrasada pero ya era medio desayuno, no había aparecido y se habían acercado a retirar su plato.

-¿Y mamá? ¿Por qué no nos acompaña?

-Se siente mal del estómago, parece que algo de la cena no le ha caído, le he pedido que más tarde visite al medico, no quiero que regrese sus malestares intestinales -suspiró y tomó de su café.

Louis no dijo nada, solo se sorprendió, ¿qué pudo haberle ido mal? 

-Hijo -llamó Johanes y Louis regresó por un momento a la realidad.

-¿Eh? perdón, estaba pensando. Dime qué sucede.

-La noche después de la boda de tu hermana, la casa real tiene organizado un baile, tu madre y yo iremos pero debes acompañarnos.

-¿Yo? ¿Por qué? -Louis se sorprendió totalmente, nunca lo habían involucrado en los eventos reales, esta era la primera vez.

-Ya eres un adulto y es tiempo que comiences con tus deberes en la sociedad de la nobleza.

-¿Deberes? No tengo deberes, papá. No soy el siguiente príncipe ni nada por el estilo como para que me digas que tengo deberes que cumplir, el titulo solo lo tienes tú, además, he pensado en decirte, ¿por qué no le heredas el titulo a mí hermana? Ella ya estará casada, y es beta, así mi abuelo no se estará retorciendo en su tumba.

-Es tu deber como primogénito, lo sabes y tu abuelo ya no está aquí, el titulo es tuyo.

-Papá, en el momento en que yo te pedí estudiar esta carrera es porque pensaba dejar el apellido.

-¡Qué dices! -el padre se sobresaltó, aquella oración le había impactado directo en el estómago causándole fuertes ganas de regresar todo el desayuno.

-Tranquilo, no me mal interpretes, seguiré siendo un Tomlinson, pero cambiaría mi nombre y me quedaré solo con Louis. Quiero, de verdad, ejercer y quiero hacerlo por mi cuenta, sin pedirle más a ustedes. De hecho, no quería decirles hasta que fuera seguro pero, envié mi trabajo a la mejor casa de moda de Cambridge, la persona con la que estuve hablando me dijo que tenía el puesto asegurado, solo estoy esperando que me envíen una carta de aceptación.

-Te veo tan entusiasmado con esto, hijo pero, ¿ya has pensado qué vas a hacer si no te llegan a dar el trabajo? Dices que tienes un sueño y ya has visto una posible manera de cumplirlo pero si falla ¿cuál es el plan b?

-Trabajar, desde abajo, con cosas pequeñas, quizá en otras áreas pero de poco, sacrificando tiempo, invirtiendo esfuerzo.

-Está bien, Louis, pero, por favor, acompáñanos solo esa noche, ¿sí?

-Está bien, papá. Voy a ir.

Johanes se retiró del comedor y se fue directo a la habitación donde Leonor lo recibió con retadora pregunta.

-¿Ya le dijiste? -estaba en su bata de baño, de pie junto a su lado de la cama y con los brazos cruzados.

-No, no lo he podido hacer.

-Pues, más vale que lo hagas pronto. Porque yo no lo voy a hacer por ti -dio un ligero giro, entró al baño y cerró la puerta después.

Johanes suspiró, se acercó a la cama y se sentó en el borde.

Los días antes de la boda de Odette se fueron volando, en un momento Louis estaba trabajando una tarde en los detalles del vestido de su hermana y al siguiente ya estaba ella vestida, peinada y maquillada con las lagrimas amenazando con salir, estaba verdaderamente emocionada.

El Príncipe Tomlinson. La Verdad Detrás Del Cuento  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora