42. Cita.

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Louis caminaba con total sigilo por la calle, llevaba un cubre boca, lentes de sol, una gorra negra, ropa deportiva que era cubierta por una gabardina gris.

El iba de inmediato, en cuanto menos tiempo durara en la calle sería mejor. Y para evitar que alguien lo reconociera vestía así.

Por fin llegó a un edificio de tres pisos, entró y de ahí lo guiaron por unas escaleras hasta llegar a la azotea.

Era un bonito restaurante, y justo en el último piso había una bella terraza y entre todo el espacio para mesas había sólo una con cuatro sillas preparada para dos personas.

La última vuelta, los últimos escalones y luego el camarero abrió una puerta de cristal y dejó que Louis pasara.

El omega giró su vista hacia la mesa y sonrió, se apresuró a llegar, el camarero dejó el menú y advirtió que volvería en unos minutos.

El empleado bajó y fue así que Louis aprovechó para abrazar a su invitado.

—¡Sí viniste! —dijo Louis muy emocionado—. Estoy tan feliz de que estés aquí, te extrañé mucho, Harry.

—Claro que sí mi Louis, jamás te abandonaría, yo también te he extrañado mucho.

—Lo Siento por tanto sentimentalismo —se separó de él y se limpió unas lágrimas.

Ambos procedieron a tomar asiento y checar el menú.

—¿Pero Louis qué haces aquí? alguien puede reconocerte.

—Es por eso que me llamarás Will, quiero ser muy discreto y que nadie sepa.

—¿Crees que es discreto reservar todo el atractivo de un restaurante sólo para encontrarte conmigo? —cuestionó Harry y es que era cierto, Louis había reservado una mesa y toda la azotea que era el atractivo del lugar.

—Mereces lo mejor cariño —respondió.

—¿Y dime, es cierto? —preguntó el alfa.

—Sí, claro que sí pero no hablemos de eso, mejor cuentáme cómo estuviste este tiempo.

—Un poco solo...

Siguieron charlando durante casi tres horas, después de salir de ahí tomaron un taxi y fueron al hotel donde Louis había reservado para Harry.

Louis acompañó a Harry por las escaleras, ya que era un poco más seguro.

Llegaron al piso indicado, Louis deslizó la tarjeta llave y pasaron, Harry estaba tan asombrado, él jamás en su vida se imaginó estar ahí. La habitación era más lujosa que el mismo palacio.

Harry se tiró en la cama mientras Louis se sentaba en uno de los sofás de la habitación.

—¿Te gusta?

—¿Es una broma? ¡Esto me encanta!

Harry se levantó y entró al baño para seguir descubriendo el lugar.

El omega estaba feliz pero faltaba algo, caminó hacia el tocadiscos del lugar y colocó algo de música suave. Louis se sentó en la cama y Harry hizo lo mismo.

De nuevo comenzaron a charlar durante unos quince minutos, después se abrazaron, realmente se habían extrañado. Harry tenía su mentón sobre el hombro de Louis, lo quitó de ahí y con sus labios buscó los de Louis para degustarlos.

Ése beso hizo que ambos se sintieran en el cielo, había tanto amor en el aire. Era especial, mágico, hechizante.

La inocencia y ternura del beso desaparecieron cuando Louis tiró del labio inferior de Harry dándole un toque de pasión y lujuria.

Harry con gusto aumentó el ritmo e incluso comenzó a sacarse la ropa y Louis igual.

Prenda tras prenda fueron cayendo abriendo pasó para que los sedientos amantes entraran en contacto con el dulce néctar de la piel del acompañante.

Cuando los pantalones de ambos ya estaban en el suelo Harry se acostó y tomó a Louis para que lo montara.

Estando así pegaron pecho con pecho para seguir besándose pues sus labios no se saciaban del sabor tan amargo y a la vez dulce.

Harry con dificultad dejó los labios de Louis para bajar al cuello y seguir haciendo lo propio dejando los labios de su príncipe libres para que soltaran todos esos gemidos y jadeos que él provocaba.

Con su fuerza de alfa giró con Louis en sus brazos para cambiar de posición. Efectuado el movimiento lo labios del alfa bajaron al pecho y después al torso.

Con fuerza pero con delicadeza volteó el cuerpo de Louis dejándolo boca abajo y haciendo que elevara un poco su trasero.

Harry ya podía sentirlo, sentía correrse con tan sólo verlo ahí tan sumiso. Estaba que se moría por ya tenerlo pero se hacía esperar a sí mismo.

Jugaba con el elástico del bóxer de Louis lo que provocaba que el omega se excitara un poco más.

Luego de unos tortuosos segundo Harry quitó la ropa interior. Pidió a Louis que separara un poco las piernas para que el pudiera abrirse paso para pasar su lengua por la entrada del omega sintiendo el sabor y humedad de la lubricación.

Dedo y dedo, hizo que el omega se dilatara y así poder entrar de una vez y sentir lo que desde hace años deseó.

Se esperaba que el alfa fuera salvaje y rápido pero él no quiso tener sexo con Louis, él le hizo el amor. Dándoles el máximo placer a ambos tanto para que  a Harry se le formara el nudo dentro de Louis.























Que tal este capítulo nocturno donde narro mi primera "follación" de la fic

El Príncipe Tomlinson. La Verdad Detrás Del Cuento  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora