EPÍLOGO

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Las olas eran enormes, parecía que Poseidón se encontraba de malas.

En el pequeño bote en que Louis estaba no llegaría a ningún lado, en cualquier momento una ola podría romperlo.

Aparte de todo eso la tormenta torrencial cayendo, los grandes rayos que iluminaban el cielo. Louis estaba asustado.

Y pensar que sólo faltaban 8 días para que Louis, en su bote, llegara al lugar habitado más próximo. No lo resistiría.

Con frío y casi sin aliento remaba, lo más fuerte que podía. No servía de mucho pues lo poco que avanzaba rápidamente las olas lo regresaban. No podría continuar así, era obvio que iba a morir.

Tan pronto como el último rayo cayó, en lo profundo de las aguas, a unos metros de Louis, unas luces centelleaban en lo profundo, como si fueran alguna especie de fuego artificial submarino.

De la nada, las olas se abrieron y frente a Louis y su bote apareció una enorme mujer que era sin duda alguna la reina Katherine, con corona de picos, vestida de negro, su cabello desaliñado y un maquillaje excesivo.

Mientras terminaba de salir del mar, se veían que enormes tentáculos aparecían debajo de su vestido y ella no paraba de gritar: "¡Yo soy la reina! ¡Se hará lo que yo diga y como yo lo ordene! " luego de eso vio a Louis, estaba a punto de aplastarlo y...

Despertó. Un minuto antes de que su alarma sonara.

Ahora resulta que ver películas infantiles le provoca pesadilla, era simplemente que vio la Sirenita de Disney antes de dormir.

Se levantó, fue a la planta baja y comenzó a abrir todas las ventanas dejando que la brisa marina entrara.

Fue a la cocina a preparar un desayuno.

Mientras cortaba las fresas llegó Harry, lo abrazó por detrás y dejó un tierno beso en la mejilla de Louis.

-Buen día mi amor -le dijo al oído.

Louis se volteó y también lo abrazó.

-Buen día para ti también, cariño -le respondió.

-Yo termino de hacer esto, tu sube a despertar a Aless.

-Está bien amor.

Louis se retiró de la cocina y subió hasta la habitación que estaba a un lado de la principal.

Abrió la puerta con delicadeza, entró de igual manera. Se acercó hasta la cama y se sentó en el borde.

Debajo de las sábanas violetas se asomaban unos lindos rizos rubios.

-Alessandro bebé, despierta, ya es hora de despertar.

Inmediatamente que Louis terminó la frase la sábana dejó de cubrir su rostro.

-¡Buen día papi! -dijo el pequeño frotando sus ojitos.

-¿Estás listo para tu primer día de clases? -le preguntó Louis.

-¡Sí~! Estoy demasiado emocionado, hoy será el mejor día.

-Bien, entonces no debes llegar tarde. Ven, vamos a lavarte.

El pequeño se levantó de su cama, se colocó sus pantuflas y fue al baño.

Mientras el pequeño lavaba sus dientitos y cara, Louis le preparaba su mochila y uniforme.

El cuerpo de Louis seguiría siendo pequeño y delgado, pero ahora se estaba expandiendo gracias a que de nuevo estaba en estado. Su tercer hijo con Harry, o tal vez hija, no se sabía aún. Apenas iría con un obstetra, pues recientemente se había enterado.

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⏰ Última actualización: Sep 10 ⏰

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El Príncipe Tomlinson. La Verdad Detrás Del Cuento  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora