10.¿Hogar?

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Capítulo especial narrado por Louis. Así es señores.

Esa noche no pude dormir, no muy bien. Normalmente acostumbraba a despertar a eso de las ocho de la mañana pero, fui despertado por Calum, que tenía órdenes de despertarme, vestirme y llevarme al comedor para tomar mi desayuno.

Tenía hambre, fue raro, normalmente no lo tenía, comía porque debía.

—Buen día señor —dijo Calum tocando la puerta.
Aún estaba algo dormido y sin decir nada sólo me moví en la cama.

—Buen día señor —repitió el hombre tocando de nuevo. No hice caso, estaba cansado.

—¡Joven príncipe, tengo órdenes de un horario que cumplir, por favor despierte ahora para que pueda ayudarlo! —elevó el tono de su voz, eso sí hizo que despertara.

—Pase —dije en medio de un bostezo.

—Buen día. ¿Qué necesita? ¿Una ducha? ¿Un té? Algo... Lo que sea.

Lo pensé un poco y opté por el baño, el joven entró al cuarto de baño, yo seguí acostado, me sentía cansado.

Minutos después salió el joven, me indicó donde estaba mi ropa interior y todo lo que necesitaba. Quería tomar mi tiempo pero no pude, el hombre me dio un horario estricto para seguir así que tuve que apresurarme.

Al salir de la tina me sequé y me vestí, me enrollé en la bata y salí dispuesto a buscar un atuendo formal pero la sorpresa me llevé de que Calum ya tenía todo listo incluso quiso vestirme pero no se lo permití, le dije que estaba bien, que cuando lo necesitara le avisaría, él sólo asintió.

Salí y desayuné después de eso vi a Marie saliendo del comedor y me dio el recorrido.

—Puedes ir a donde quieras Louis, este es tu nuevo hogar, sólo está prohibido la sala del trono, mi estudio y el de mi madre, ignora a mi hermano si lo escuentras. Trata siempre de esquivarlo —remarcó la alfa—. Bien, mi deber llama. Te veo en la noche.

—Esta bien cariño yo...

—Tranquilo, con que me llames de usted bastará —me interrumpió

—¿usted? —pregunté.

—Sí. ¿No haz entendido?

—¿Qué cosa? —pregunté con algo de miedo.

—Para todo el mundo, somos felices, nos queremos, incluso llegaremos a amarnos. Sin embargo tú y yo sabemos perfectamente que eso no va a pasar.

Sentí como si esa última frase la dijo en cámara lenta porque me dolió.

—¿Entiendes?

—Sí, señora —respondí

—Madame bastará.

Dijo para luego retirarse.

Marie me había proporcionado un pequeño mapa del lugar así que decidí buscar la biblioteca en la que pasé horas metido hasta que mí estómago comenzó una revolución, tenía hambre.

Llamé a Calum, pedí té y galletas de mantequilla. El hombre obedeció y regresó con lo pedido. Tal vez podría ser mi amigo aunque no se veía muy amistoso.

Comí y bebí mientras leía. Así pasé más rato leyendo hasta las 15:30 que fue cuando Calum me escoltó al comedor. Tenían comida especialmente para mí.

No se veía apetecible al igual que ninguna otra que haya ingerido y además las galletas no eran de mantequilla, eran de avena sin azúcar.

Por la noche fui a la alcoba de Marie, me aseguré de llevarme un libro para entretenerme.

Cuando salí de ahí toda la servidumbre (excepto los de confianza) ya estaban en sus casa o respectivas habitaciones así que yo me fui a la mía a dormir.

Debía procesar y aceptar las ciertas palabras que Marie me dijo.

...
























Un capítulo más chicos. Ya casi llega el harry, aquí pudimos ver que Marie en realidad es cruel como todo un "estúpido alfa".

Comenten si les gusto bye excelente fin de semana;) <3...

El Príncipe Tomlinson. La Verdad Detrás Del Cuento  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora