11.Intruso.

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"¿La pareja real de la princesa Marie y el joven Tomlinson tiene problemas?

Fuentes confiables afirman que los         jóvenes no duermen juntos y que tienen horarios diferentes porque no se soportan ¿Y la felicidad?"

Hacía tres semanas ya desde la boda y en la mañana aparece ese titular en el periódico.

—¿Ya haz leído el periódico? —preguntó la reina a Marie.

—No, no lo hago un nunca y lo sabes.

—Deberías leer hoy, tenemos un intruso en el palacio y necesitamos echarlo cuanto antes —agregó la reina.

Madeleine, la asistente de Marie le dio un ejemplar del periódico.

—¿Pero qué carajos? —dijo exaltada.

—Tranquila Marie.

—¿Quién blasfemiaria en nuestra contra?

Mientras tanto en la habitación de Louis...

—Pronto vendrá mi celo —afirmó Louis mientras Alice, una de las mucamas abrochaba los botones de la camisa de Louis que estaban por la parte de atrás.

—¿No han consumado el matrimonio? —preguntó Alice.

—No. ¿No ves qué me tienen acá? —respondió Louis sintiendo confianza.

—Listo. Me retiro.

—Gracias.

—Señor —tocaron la puerta.

—Pase —dijo Louis.

—La reina lo desea ahora en el comedor.

—Esta bien. Gracias.

¿Ahora? Tan sólo eran las siete treinta.

Louis fue hasta el comedor, saludó y se sentó.

—¿Ya ha leído su ejemplar? —preguntó la reina.

—No. Calum no me lo entregó. Ni siquiera lo he visto hoy.

—¿No?

—No, tuvo que ayudarme una mucama.

—Jeremie ¿y Calum?

—Tiene justificada la falta, iría al médico —dijo el chico.

—De cualquier forma. Una observación en su expediente. No es muy eficiente. Debió haber informado al joven Tomlinson, pedirle a Sebastian que lo cubriera, algo.

—Anotado majestad —dijo el chico cerrando su bitácora.

—Gracias Jeremy. Ahora hay que solucionar esto y buscar al culpable. Fuente confiable. ¿Usted no habrá dicho nada? —dijo refiriéndose a Louis.

—Claro que no majestad.

—Los únicos que saben son Jeremie, Tifany, Madeleine y Calu... Un momento —se interrumpió a sí misma.

—¿Marie tuviste un problema con Calum?

—Sí, hace tiempo.

—Él es principal sospechoso hasta que se demuestre lo contrario. Jeremie, busca alguien nuevo. Tú sabes.

Jeremie hizo reverencia y salió directo a uno de los jardines del este. Ahí encontró al jardinero James.

—James —dijo acercándose.

—¿En qué puedo servirle? —preguntó aquel hombre regordete que plantaba unas nuevas flores.

—¿Tienes el número de Harry?

—...No.

—¿Su dirección?

—No. Sólo sé donde está la casa de su hermana.

—Bien, necesito que busques a Harry, necesito alguna forma de comunicarme con él. Tengo un trabajo. Nos vemos.

—Nos vemos.

Jeremie se fue de ahí dejando solo a James. Él era amigo de Harry y obviamente sabía dónde estaba pero no quiso decir nada a petición del susodicho. Así que continuó su labor.

En el castillo Louis estaba atrapado en una aburrida clase de modales. Él sabía de eso no hacía falta estar ahí.

Mientras Madame Rose le indicaba qué cubierto utilizar para cada comida él sólo imaginaba cualquier cosa que lo sacara del lugar y ocupara su mente.

—¿Ha entendido? —preguntó la mujer.

—¿Qué?

—¿Ha entendido? —volvió a repetir.

—Sí.

—Nos vemos para la lección de mañana —continuó Rose

Louis no contestó, estaba agotado.

...






















Bien, volví, lo siento por no actualizar, soy pobre y me manejo con datos y no tenía!! Lo bueno es que he vuelto. Les amo. Gracias por leer.
...

El Príncipe Tomlinson. La Verdad Detrás Del Cuento  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora