14.Dulce.

287 25 0
                                    

Louis despertó, estaba en la habitación de Marie. Su cabeza dolía y tenía un parche médico en su frente.

Desgraciadamente había sobrevivido.

Entró Harry para atender a Louis. Le dejó el desayuno. El omega continuaba con el antojo de algo dulce pero el desayuno fue igual que siempre. Sin sabor.

Louis siguió en su cama. Y entró la reina.

—Gracias al cielo tú y el bebé están bien —añadió después de haber sermoneado a Louis —, nos vemos más tarde, ahora descansa.

Todos habían creído que fue un accidente.

La mujer se retiró, Louis se acostó y Marie entró.

—Cariño yo...lo...lo siento ¿ok? —suspiró—. No soy buena con las disculpas. Fue un impulso y no sé porqué lo besé sólo pasó.

Louis la miró, parecía estar arrepentida de verdad.

—Calma, todo está bien, quiero dormir otro poco ¿me permites?

Marie sonrió y asintió. Se fue de ahí y Louis continuó durmiendo.

¿Debería creerle? ¡Dios! Casi mata a un ser inocente. Eso era lo que no se podía perdonar aún.

A eso de las 16 hrs. Louis había bajado a comer y luego de eso había visitado la biblioteca. Se sentía tan solo en ese hogar.

Mandó a que Harry trajera té y las típicas galletas de avena.

—Me gustaría algo dulce —suspiró mientras llevaba un trozo de galleta a su boca y cambiaba de página.

Silenciosamente Harry desapareció.

"Vamos Harry, no seas cobarde, el chico está solo, necesita un amigo, sé su amigo" se habló el alfa para sí llegando con galletas de mantequilla y otras de chispas de chocolate en una bolsa de papel.

—¿Majestad, gusta una galleta? —ofreció.

Louis miró la bolsa, se veían ricas. El joven no era del todo ingenuo.

—Sólo si comes una conmigo —habló Louis y Harry asintió.

Ahora que era esposo de Louis tal vez alguien quisiera envenenarlo, debía estar alerta.

—¿Se encuentra bien? —se atrevió a preguntar, Harry.

—...Harry —lo miró Louis—, siéntate, me pone nervioso que estés ahí, de pie... Por favor.

Harry acató la orden y se sentó en un sillón enfrente de Louis. Y comió la galleta.

—¿Te puedo pedir un favor? — preguntó Louis.

—Dígame.

—¿Puedo confiar en ti? —preguntó el omega.

—Claro que sí, para eso —quiso decir: 'estoy' pero no quiso sonar presuntuoso— estamos los asistentes, usted puede confiar su vida en mí.

Louis sonrió ante eso.

—Perfecto.

—Majestad, perdone...

—Dime Louis —dijo con una tierna sonrisa.

—Esta bien majestad... Ah perdón, Louis —se corrigió a sí mismo y mordió su labio inferior—, me gustaría saber si yo... Puedo.

—¿Sí?

—¿Puedo tocar su estómago? —dijo bajando la mirada.

—¡Claro! —aceptó con una sonrisa, Louis.

Harry se bajó del sillón y se puso de rodillas junto a Louis y con cuidado colocó una mano en el estómago abultado del omega.

Parecía como si Harry acariciara una suave nube. La forma en que tocaba.

—Hola, bebé, —se relamió sus labios— soy el nuevo amigo de tu padre. Quiero decirte que muchos te esperamos acá y que serás muy bienvenido y amado.

En ese momento el bebé pateó.

—¿Lo sentiste? —preguntó Louis. Estaba realmente feliz.

—¡Sí! —respondió Harry con una sonrisa.

Eso era lo mejor que le había pasado en todo el tiempo que llevaba ahí.

—¡Gracias Harry! —agregó Louis.

Harry se había portado súper lindo con él, era como una de esas galletas que había comido: dulce.

Después de tomar un tibio baño Louis se colocó sus ropas de dormir y se metió en la cama. Se acercaba un día importante.

...







Hoooooolaaaaa lindos lectores.
Aquí otro capítulo

El Príncipe Tomlinson. La Verdad Detrás Del Cuento  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora