17.Juliet.

241 23 0
                                    

La hermosa bebé de octubre. Juliet. Nació de ocho meses, fuerte y sana.

Una alfa heredera. Marie se veía muy unida al omega y la cachorrita.

Meses después se comenzaron los preparativo para el bautismo de la nena.

Louis seguía en la habitación de Marie aún.

—Cariño, ¿han enviado invitación a mis padres? —preguntó Louis.

—Sí, cariño —respondió la alfa.

Louis siguió dándole atención a la pequeña Juliet.

—Bien, nos vemos. Más tarde vendrá Apolo y Marcel0 con nuestros trajes. Tifany los recibirá y Harry traerá el tuyo aquí. Ahora, me voy, nos vemos más tarde —dijo besando la frente de Juliet y acariciando la mejilla de Louis.

Era un agitado jueves ya que al día siguiente se llevaría a cabo la sagrada ceremonia de bautismo.

Los días ya no solían ser tan aburridos ni se percibían tan largos gracias a que Juliet ocupaba la mente y el tiempo de Louis.

En el tiempo que Juliet tomaba su siesta Louis aprovechaba para leer pero terminaba durmiendo. Aunque ya no era aburrido había rutina. Todos los días era lo mismo, despertar y hacerse cargo de Juliet ya que no dejaba que nadie más la cuidara. A la noche duchaba a Juliet y después a él. Despertaba tres veces a lo largo de la madrugada para atender a Juliet. Continuaba con la misma dieta, así que se estaba consumiendo. Su periodo de celo incluso se había atrasado.

El día siguiente llegó, Louis fue despertado por Harry ya que Megan, una estilista profesional que habían contratado iba a maquillarlo para que no se notara que se estaba demacrando. Todo se debía a que solo tomaba desayuno, ya no tomaba su té y galletas de Harry que lo mantenían con vida, no comía, no merendaba, no tenía refrigerio de medianoche proporcionado por Harry, incluso, ya no tenía sus charlas en la biblioteca, se había aislado, él solo.

Como sea, Megan hizo su trabajo lo mejor que pudo, Harry lo vistió y luego tomó a Juliet para ir al recibidor donde ya lo esperaban.

La ceremonia se llevó a cabo y después una comida "familiar" en los jardines del palacio. Louis buscó por todas partes a su familia pero no estaban.

—Marie.

—Dime.

—¿Podemos visitar a mis padres?

—Claro, te prometo que el próximo fin de semana te llevaré, iremos"

—Está bien.

Louis estaba tranquilo, llevando la fiesta en paz hasta que llegó Jean, el maldito beta llegó y Marie misteriosamente desapareció y es que cada vez que él llegaba la reina le indicaba a Marie que se fuera con él.

Si tan amigo era de la familia por qué tenía que llevarse a Marie y no a Enrique, el rey o la reina. No. Siempre Marie.

Louis sabía de la relación que ellos habían mantenido, había sido algo turbio según Harry. Tuvieron muchos problemas, Marie le fue infiel con omegas, los mismos que fueron despedidos con una indemnización muy buena. Raramente.

Louis se llevó a Juliet para que tomara una siesta, él también tomaría una, como sea, su siesta se alargó hasta altas horas de la noche. Louis se había acostado en el sillón que había en la habitación de Juliet pero sorpresivamente despertó en su habitación. Harry había sido el autor de la obra, eso sin duda. También Harry se había hecho cargo de Juliet durante el resto de la tarde pero ahora ya se encontraba dormida. Eran cerca de las once y el bullicio de los monarcas de la corte real que se quedarían en el palacio ya se había extinguido y Marie se encontraba en el tocador, frente al espejo, con la luz encendida y la puerta abierta.

Cuando la alfa llegó a la cama Louis intentó insinuarse. Se abrió de piernas y se sentó en el regazo de Marie e intentó besarla.

—Cariño... Necesito... Ah —Louis le besó el cuello—. Necesito y quiero dormir, después lo haremos.

—Yo solo quiero atender el celo de mi alfa —habló entre maullidos.

—Pero ahora no lo tengo.

—¿Cuándo?

—En un par de meses —Louis se bajó de Marie.

...



El Príncipe Tomlinson. La Verdad Detrás Del Cuento  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora