Kuma 17

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Yoongi observó al pequeño a su lado, al ver que no se movía observó al castaño oscuro que seguía parado observándolos a una pequeña distancia.

- ¿Que...? -alcanzó a pronunciar antes de que el pequeño cuerpo se levantara abruptamente y comenzara a correr.

No fue necesario escuchar lo que le decía el hermano del pequeño Mochi, obviamente fue corriendo tras el pequeño cuerpo, atrapándolo en las escaleras de emergencia cuanto el menor tropezó y fue de espaldas.

Jimin gimió con dolor prematuro y cerró sus ojos asustado cuando perdió el equilibrio, imaginándose ya su espantosa caída y el dolor que definitivamente irrumpirá en su cuerpo.

Sorprendentemente, unos brazos rodearon su cuerpo y lo ayudaron a recuperar el equilibrio. Su corazón latía desembocado por el susto.

El corazón de Yoongi latía veloz por el miedo al ver al pequeño castaño claro casi caer por las escaleras. Se aferró al pequeño cuerpo dándole vuelta, inclinando su cabeza hacia abajo para ocultarla en el cuello del menor.

- Dios, por favor no vuelvas a hacer algo así... -pidió en un jadeo cansado, casi sin aliento, tanto por correr como por el susto.

Jimin asintió con su cabeza totalmente de acuerdo mientras sus brazos se aferraban al cuerpo del mayor, avanzando a ciegas cuando Yoongi se comenzó a mover hasta estar en una superficie plana. Lentamente Yoongi se fue deslizando por la muralla hasta estar sentado en el suelo, con el pequeño entre sus brazos abrazado a él como un koala.

Cuando Jimin se dio cuenta de la posición en la que se encontraban, avergonzado intentó salir de aquellos cálidos brazos, encontra de su deseo de permanecer en aquel lugar.

- No, quédate donde estás. -ordenó el rubio abrazándolo con más fuerza, impidiendo que se moviera- Me debes mucho tiempo de abrazos por desaparecer casi dos semanas. -regaño restregando su nariz en el cuello del pequeño.

De pronto, toda la angustia, dolor y miedo que había estado atormentado a Jimin todos esos días se liberó. Lloro en los brazos de Yoongi sin poder soportarlo más, había extrañado tanto al mayor.

- Shh... Esta bien, pequeño. -susurro en su oído, acariciando su nuca- Llora todo lo que necesites, yo estoy contigo y no me iré. -aseguró aceptando el pequeño cuerpo aferrándose fuertemente contra su cuerpo.

Jimin lloro todo lo que su cuerpo necesito, el mayor nunca dejó las caricias en su cabeza o su espalda, enviándole más paz y tranquilidad a través de aquellos gestos.

Cuando al menor no le quedaban más que pequeños hipidos, Yoongi intentó alejar el pequeño cuerpo para poder verle el rostro.

Asustado el pequeño castaño claro negó con su cabeza, escondiéndose en el cuello del mayor.

- Vamos pequeño, quiero ver tu hermoso rostro. -suplico abrazándolo por la pequeña y delgada cintura, frunciendo el ceño al sentirlo tan delgado.

¿Era normal que fuera tan delgado su pequeño?

Algo le decía que no, y eso no le gustaba.

Espera... ¿Mi pequeño?

- No... -susurro el menor sacándolo de sus pensamientos.

- ¿Por qué no? -pregunto suave, con miedo a que volviera a llorar, le apretaba el pecho escuchar su silencioso llanto- Eres la personita más hermosa que he visto en mi puta vida, y quiero volver a apreciar tu rostro. -expresó firme.

Jimin rió suavemente al escuchar la mala palabra y volvió a negar con su cabeza.

- Soy feo y... Me da vergüenza... -susurro sintiendo sus mejillas calientes.

KumamonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora