Kuma 56

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—Lee —saludo Namjoon en un tono demasiado formal.

—Por favor, dime DongWook —sonríe— somos amigos ¿no?

Namjoon rió y aceptó el amistoso abrazo del contrario.

—Lo siento, pero verte con traje es...

—Raro. Me hace ver más maduro ¿no? —toma asiento invitando también al contrario—. Pedí un café simple y unas donas para ambos.

—Gracias. Pero dime, para qué me citaste realmente —cuestionó intrigado—. Porque no creo que me hayas invitado a un simple café con tu tiempo tan ajustado.

—Bueno, es por el caso en el que me pediste ayuda.

Un joven se acercó dejando dos café simples medianos y donas, hizo una pequeña reverencia y se retiró.

—¿Qué sucede con eso? —pregunto sin ocultar lo ansioso que estaba al respecto.

DongWook tomó un sorbo de café, tomándose su tiempo antes de responder.

—Mande a estudiar el material que me diste y ayer me llegó por paquete el teléfono ya arreglado. Tuve que encontrar a alguien experto en informática para que me ayudara a rastrear y ese tipo de cosas pero... Lo tenemos.

—Explica —pronunció tomando un sorbo de su café, aparentando calma cuando no sentía.

—Los primeros mensajes que le enviaban al dueño del aparato provenían de diferentes números de teléfonos desechables, afortunadamente el dueño de estos números nunca se deshizo de ellos y pudimos rastrearlos a un lugar en concreto. Los siguientes mensajes fueron de un mismo número que, igualmente, el agresor nunca cambió al imaginarse que nunca lo descubrirían —a medida que hablaba su expresión revelaba seriedad y molestia.

Namjoon limpió sus labios y observó sorprendido a su amigo.

—¿Me estás diciendo que las sospechas de Yoongi son acertadas?

—No es solo eso —señaló dándole una mordida a la dona—. Yoongi pensó solamente que los mensajes recientes tenían que ver con el padre de Jimin.

—Pero... Me acabas de decir... —balbuceo comprendiendo.

DongWook sonrió triste e incluso enojado.

—Este hombre acosó a su propio hijo con mensajes amenazantes haciéndose pasar por compañeros de la escuela e instituto, incluso se creó cuentas para dejarle uno que otro mensaje en Facebook y las demás redes... Cuando Jimin dejó de prestarle atención a eso y dejó de ir al instituto, entonces lo comenzó a acosar haciéndose pasar por Yoongi, creyendo que su hijo era un total ingenuo que caería fácilmente entre sus manos. Realmente no sé cuál era el propósito de este hombre al hacer esto... Es enfermo.

—¿Se lo has dicho a alguien más? —cuestionó apenas conteniendo su rabia.

—El otro abogado también lo sabe, creímos que lo mejor sería no decírselo a la madre aún ya que no sabemos cómo podría reaccionar ante ello, suficientes problemas tiene ya con todo esto de la casa.

—¿Y ahora qué? ¿Pueden adelantar el otro juicio o no sé qué? Pero... Pueden hacer algo...

—Vamos a hablar con el juez a cargo y mostraremos las evidencias que tenemos para obtener una orden de alejamiento con el padre y el resto de la familia de ser posible.

—¿Cuándo?

—Me dieron una hora mañana a las diez de la mañana. No creo que sea necesario pero... —hace una mueca—. Me gustaría que Jimin viniera conmigo por si su presencia resulta necesaria.

KumamonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora